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La advertencia de un doctor sobre el uso de las pantallas en niños: "Puede provocar problemas emocionales y de comportamiento"

Fuente: Istock

Cada vez hay menos tardes en el parque, reuniones donde los juegos de mesa eran los protagonistas o momento en la que la imaginación inagotable de los niños parece poder solucionar cualquier problema como el aburrimiento. Todo esto parece haber cambiado y la realidad es que desde que llegaron las pantallas a nuestras vidas, la rutina es diferente. Quienes se criaron hace al menos 20 años son más que conscientes, y el problema no es que parece que las viejas costumbres hayan desaparecido, es todo lo que ello implica.

Según una investigación de la Asociación Estadounidense de Psicología dirigida por unos expertos de la Universidad de Queensland, Australia, pasar demasiado tiempo frente a las pantallas podría provocar problemas emocionales y de comportamiento en los niños, y esos problemas, conllevar un mayor uso de los dispositivos electrónicos.

En profundidad

"Los niños pasan cada vez más tiempo frente a las pantallas, para todo, desde entretenimiento hasta tareas escolares y mensajes con amigos", reflexiona el doctor Michael Noetel, profesor asociado de la Facultad de Psicología de la Universidad de Queensland y uno de los autores del estudio. "Descubrimos que un mayor tiempo frente a las pantallas puede provocar problemas emocionales y de comportamiento, y los niños con estos problemas suelen recurrir a las pantallas para afrontarlos".

Noetel y sus colaboradores realizaron un metaanálisis para comprender mejor la relación entre el tiempo frente a pantallas y problemas socioemocionales, como la agresión, la ansiedad o la baja autoestima. La mayoría de los estudios se realizaron en Estados Unidos, Canadá, Australia, Alemania y Países Bajos, con una muestra de menos de 10 años durante unos seis meses, para poder analizar bien cuál era el uso y las actividades que se relacionaban.

Niños con el móvil
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Las primeras conclusiones a las que llegó el estudio es que, cuanto más tiempo pasaban con pantallas electrónicas, mayor era la probabilidad de que desarrollaran problemas socioemocionales, como depresión, ansiedad, agresión o hiperactividad. Y es más, también se observó que aquellos niños con este tipo de problemas eran más propensos a recurrir a las pantallas como mecanismo de afrontamiento.

Los investigadores identificaron varios factores que pueden moderar estas relaciones. En comparación con los niños más pequeños, los niños mayores fueron más propensos a desarrollar problemas. Las niñas fueron, en general, más susceptibles a desarrollar problemas socioemocionales con un mayor uso de pantallas, mientras que los niños fueron más propensos a aumentar el uso de pantallas al enfrentarse a desafíos socioemocionales.

En resumen

Los hallazgos sugieren que los padres deberían ser cautelosos con las pantallas que permiten y usar controles parentales para administrar el tiempo, insiste Noetel. También señala que los niños que usan las pantallas con frecuencia podrían necesitar apoyo emocional, no solo restricciones. Los padres podrían beneficiarse de programas que les ayuden a gestionar tanto el uso de las pantallas como los problemas emocionales.

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