
El guayabo es un pequeño frutal que alcanza alturas de tres a diez metros. Aunque es nativo de México, América Central y el Caribe, cabe destacar que actualmente se cultiva en regiones tropicales y subtropicales en todo el mundo, incluyendo Asia y África.
En algunos lugares, incluso, puede comportarse como una especie invasiva debido a su rápida propagación. Su fruto, al que se le da el nombre de guayaba -aunque vulgarmente se le da la denominación de guayabo a los frutos o variedades más pequeños- presenta un agradable e intenso aroma en su madurez.
Características
Entre sus particularidades, conviene señalar las siguientes, según los expertos:
- Hojas aromáticas utilizadas en infusiones y remedios naturales.
- Adaptabilidad a diferentes climas.
- Raíces superficiales y laterales que pueden extenderse lejos desde el tronco, lo cual lo hace eficiente para absorber agua y nutrientes.
- Prefiere suelos bien drenados, fértiles, aunque se adapta a muchos tipos.
- Aporta bastante sombre de cara al periodo veraniego y las altas temperaturas que se prevén para este 2025.
A tener en cuenta
Por lo general, se trata de un árbol relativamente fácil de cuidar, ideal para principiantes. De hecho, solo requiere luz, un suelo adecuado y un riego controlado. Con respecto a lo primero, necesita nada más y nada menos, como mínimo, que seis-ocho horas de luz solar directa al día.
Eso sí, si cultivamos el árbol en interiores debemos colocar una lámpara de crecimiento para complementarlo. A pesar de que resiste temperaturas bajas hasta 5º C, necesita protección contra heladas. El rango óptimo, en cuanto a la temperatura ideal, es de 20-30º C.
La frecuencia del riego debe ser de dos-tres veces por semana en verano y reducir la frecuencia en invierno. Es necesario el agua de lluvia o destilada para evitar el exceso de sales. Por último, es conveniente señalar que prefiere suelos drenados de manera correcta, con un pH entre 5.0 y 7.0.