
Los patrones de alimentación que se alinean con la dieta mediterránea o los enfoques dietéticos para detener la hipertensión (DASH) podrían ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en adultos con diabetes tipo 1, según los resultados de un estudio de seis años de la Universidad de Nevada en Las Vegas (Estados Unidos).
En profundidad
Tanto la dieta DASH como la mediterránea se consideran saludables para el corazón y enfatizan los alimentos de origen vegetal, las grasas saludables, las proteínas magras y la baja ingesta de alimentos procesados y a azúcares.
"La diabetes tipo 1 aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, lo que aumenta la probabilidad de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones de salud graves", apunta Arpita Basu, profesora asociada en el departamento de kinesiología y ciencias de la nutrición de la Universidad de Nevada en Las Vegas.
"Queríamos descubrir cómo los hábitos alimentarios habituales de las personas afectaban a los marcadores inflamatorios sanguíneos que predicen el riesgo de enfermedad cardiovascular en adultos con diabetes tipo 1" añade Basu, que presentará los hallazgos en NUTRITION 2024, la reunión anual emblemática de la Sociedad Estadounidense de Nutrición.
"Tanto la dieta DASH como la mediterránea revelaron asociaciones protectoras, lo que significa que estos patrones dietéticos pueden marcar la diferencia cuando se consumen regularmente", puntualiza Basu. "Nuestros hallazgos son más prácticos que los de los estudios clínicos de estas dietas porque generalmente manipulan el comportamiento dietético de una manera que puede no ser sostenible en la vida diaria".
Más detalles
El nuevo estudio se basa en trabajos anteriores en los que los investigadores demostraron que los patrones dietéticos DASH y mediterráneo se asociaban con una menor acumulación de grasa alrededor del tejido cardíaco en adultos con y sin diabetes tipo 1, así como con menores probabilidades de calcificación de la arteria coronaria, una forma avanzada de enfermedad cardiovascular. enfermedad en adultos sin diabetes.
"Este nuevo estudio informa las asociaciones protectoras de estas dietas con marcadores seleccionados de enfermedades cardiovasculares en sangre que pueden explicar nuestros hallazgos anteriores y proporcionar nuevos datos sobre cómo la dieta afecta la inflamación en la diabetes tipo 1", según Basu.
El estudio de seis años incluyó a 1.255 adultos: 563 con diabetes tipo 1 y 692 sin diabetes. Los investigadores evaluaron la dieta mediante un cuestionario de frecuencia de alimentos, que obtiene información dietética sobre diferentes grupos de alimentos.
Esta información se utilizó para calcular la ingesta de nutrientes durante el estudio de seis años y para determinar qué tan bien los patrones dietéticos se ajustaban a tres dietas comúnmente utilizadas en el manejo de enfermedades cardiovasculares: la dieta mediterránea, el índice alternativo de alimentación saludable (AHEI) y DASH.
Los investigadores también analizaron una variedad de marcadores sanguíneos utilizados frecuentemente en entornos clínicos para determinar el riesgo de enfermedad cardiovascular y la inflamación. Estos incluían la proteína C reactiva (PCR), el fibrinógeno, el inhibidor del activador del plasminógeno-1 (PAI-1) y la homocisteína (Hcy).
A tener en cuenta
En general, aquellos que consumieron dietas que se ajustaban más estrechamente a los patrones DASH y mediterráneo (y, por lo tanto, recibieron puntuaciones más altas en esos índices) tenían niveles más bajos de Hcy y PAI-1 después de tener en cuenta otros factores demográficos y de estilo de vida, como el índice de masa corporal, la edad y el total. ingesta calórica, lípidos en sangre, presión arterial, tabaquismo y actividad física. No se observaron asociaciones entre las puntuaciones de AHEI y ninguno de los biomarcadores estudiados.
Los investigadores señalan que, aunque se ha demostrado consistentemente que la Hcy aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, su asociación con los patrones dietéticos no se había estudiado previamente en la diabetes tipo 1.
El análisis también reveló que los adultos con diabetes tipo 1 generalmente consumen una dieta alta en grasas, principalmente como consecuencia de disminuir los carbohidratos y aumentar los alimentos con proteínas animales con alto contenido de grasas saturadas y colesterol.
"Existe una necesidad urgente de abordar la calidad de la dieta en adultos con diabetes tipo 1", afirma Basu. "En un entorno clínico, evaluar la ingesta dietética utilizando las listas de verificación dietética DASH y mediterránea podría ser una forma eficaz de identificar brechas y mejorar la ingesta. Alimentos específicos que forman parte de estos patrones dietéticos, como las aceitunas y las nueces en la dieta mediterránea.