
Existen personas que no se conforman con trabajos rutinarios. Una de ellas es Kevin Schmidt, empleado de la empresa Vikor y que desempeña una función muy bien remunerada, pero cargada de riesgo: cambia las bombillas de torres de comunicación...a cientos de metros de altura.
Este técnico de torres de comunicación se hizo famoso por un vídeo publicado por la propia empresa en la que trabaja en su perfil de YouTube y en el que se le ve encaramado a ella con el objetivo de cambiar una bombilla. El dron que filma la escena tiene que subir, y subir...hasta los 450 metros de altura. La labor de Schmidt, arneses y protecciones aparte, no es apta para personas con vértigo.
El cometido de Schmidt es clave, dado que el cambio de las bombillas responde a que las luces de las antenas siempre estén encendidas. Esta iluminación es imprescindible, dado que con ella se guían los aviones para no tener choques con estas instalaciones de gran altura. Su luz sirve de referencia a los pilotos de las aeronaves para no chocarse contra ellas y las bombillas se tienen que cambiar un par de veces al año.
Por su trascendencia, la labor de Schmidt está muy bien remunerada: ingresa 20.000 euros por cada una de estas escaladas extremas para un total de 40.000 euros anuales solo en este concepto. Una cantidad que se suma al salario que ingresa por su trabajo, digamos, más ordinario.
Porque, aunque la tarea de escalar estas torres de comunicación es la más vistosa de todas, resultaría injusto limitar el trabajo de Schmidt a esa tarea semestral. De hecho, su tolerancia a las alturas le lleva a otras funciones como las de mantenimiento y las de construcción de nuevas torres.
Lo que para algunos es algo impensable para Schmidt es el día a día. Tanto que incluso cuelga, de vez en cuando, vídeos en sus redes sociales mientras ejecuta esas tareas de mantenimiento. A veces sube hasta ocho torres al día en esa labor de mantenimiento que queda a la sombra de lo que le ha hecho convertirse en viral.