Cómo hacer crecer tu limonero en menos de un mes con el truco que usan todos los jardineros expertos

El limonero es uno de los árboles frutales más llamativos. Si se siguen unos consejos, este árbol puede alcanzar grandes dimensiones, floreciendo y dando sus apreciados frutos, los limones. Sin embargo, cuidar el limonero puede ser un trabajo desesperante, sobre todo, si pasa mucho tiempo y no se ven buenos resultados, algo que tiene fácil solución gracias a un truco que usan los jardineros.

En concreto, se trata de llevar a cabo un simple método con el que se puede conseguir que el limonero crezca mucho más rápido, en menos de un mes, aunque de forma natural este árbol frutal tarda mucho más tiempo en desarrollarse.

Así es como el limonero crecerá en tiempo récord

El truco tiene que ver con el tipo de semillas a utilizar. Aunque lo más común es acudir a una tienda especializada para hacerte con semillas de limonero, lo cierto es que hay una técnica que consiste en emplear las semillas frescas, aquellas que se consiguen directamente de un limón.

Cuando hayas extraído las semillas del limón, deberás lavarlas bien para eliminar cualquier residuo del fruto, para después dejarlas reposar durante unas horas o uno o dos días, para que se sequen bien.

Este truco se combina con una técnica ampliamente conocida, que consiste en germinar las semillas con papel húmedo. Así, bastará con poner las semillas ya secas en un papel absorbente humedecido, envolviéndolas bien para, después, guardarlas en un recipiente o bolsa de plástico.

Con este truco, se genera un efecto invernadero, en el que se combina una alta temperatura con un ambiente cálido, ideal para la germinación de este tipo de árbol frutal, que necesita estas condiciones específicas para poder crecer.

Tras dejar que las semillas germinen durante 15 días, podrás ver que la semilla ha brotado, momento perfecto para poder trasplantar tu nuevo cultivo a una maceta grande, donde deberás poner sustrato idóneo para árboles cítricos.

Se recomienda que esta plantación se ponga en un lugar muy luminoso y con varias horas de sol al día, que puede incidir de forma directa sobre el limonero. Se debe regar de forma frecuente, pero moderada, sin encharcar nunca la planta.