
La industria alimentaria en Aragón no ha sido ajena a los efectos del apagón vivido ayer en toda España. El impacto se ha traducido en el paro en las cadenas productivas, lo que ha generado diferentes afecciones en los productos, especialmente en los perecederos, así como en todos aquellos de elaboración como masas, cuya actividad se paró por la falta de energía sin haber finalizado el proceso.
Impacto también se ha detectado a su vez en aquellas empresas, cuyos procesos productivos incluyen mezclas o envasados de productos que se vieron interrumpidos de forma brusca por la falta de energía, así como en las de productos no elaborados. La afección igualmente se ha generado por la imposibilidad de mantener los procesos de tratamiento y conservación de los productos.
Desde la Asociación de la Industria Alimentaria de Aragón (AIAA) todavía no disponen de datos específicos sobre el impacto del apagón eléctrico en el sector de la alimentación y bebidas, aunque ya se apunta a que las perdidas van a ser millonarias, sobre todo en estas empresas de mayor afección.
No obstante, teniendo en cuenta los primeros datos de impacto en el PIB nacional de CEOE y el peso de este sector en la economía de Aragón, podría rondar los 7 millones de euros. Una cifra que sería mayor teniendo en cuenta las posibles averías por corte súbito de suministro todavía no cuantificadas ni totalmente identificadas en máquinas y equipos electrónicos y las pérdidas de las horas de trabajo no realizadas.
El sector, al igual que la comunidad y el resto del tejido empresarial, ha ido recuperando la normalidad en el día de hoy de forma paulatina tras poner en marcha los sistemas eléctricos y electrónicos.
La industria alimentaria de Aragón, desde la que se asegura que se va a garantizar la calidad y seguridad de los alimentos, factura alrededor de 11.000 millones de euros y emplea a 20.500 trabajadores. Sus exportaciones suponen 3.713 millones de euros.