
La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) ha realizado una primera valoración del histórico apagón de este lunes en toda España. Entre sus reivindicaciones pide que se amplíen los plazos administrativos ante los problemas que se mantienen en ciertas comunicaciones y el transporte público, además de calificar el efecto en la industria valenciana por el día festivo de San Vicente Ferrer que se celebró este lunes.
Desde la patronal se explica que no se dispone de una valoración económica precisa del impacto y que ha solicitado a las autoridades competentes la ampliación de los plazos, al menos en un día, para todos los procedimientos y expedientes administrativos de la Administración. Esta petición busca facilitar que tanto empresas como particulares puedan cumplir con sus obligaciones "sin verse perjudicados por la interrupción del servicio eléctrico".
Según CEV "la normalidad ha sido la tónica predominante", gracias, en buena parte, a la previsión de las grandes empresas, que cuentan con sistemas de autogeneración eléctrica que permitieron mantener la operatividad sin incidencias reseñables", ha apuntado en un comunicado.
Este fue el caso de sectores como el químico, plástico, metalúrgico, textil, madera, calzado y alimentación, donde no se han reportado interrupciones "significativas". El sector turístico también ha funcionado con "relativa normalidad", sin que los clientes hayan sufrido contratiempos destacables debido al uso de equipos electrógenos y sistemas de autoconsumo en muchos establecimientos.
Desde el sector agroalimentario se señala que el impacto ha sido "reducido", en parte porque la incidencia coincidió con un festivo en muchas localidades. Aun así, algunas empresas de mayor tamaño vieron afectada su capacidad de producción al no poder cubrir completamente la demanda energética con sus generadores, aunque en ningún caso se han producido daños graves.
El ámbito donde se concentraron más dificultades fue el logístico, donde la falta de suministro eléctrico complicó operaciones y generó ciertas demoras en la distribución.
Autónomos y pymes los más perjudicados
"Pese a tratarse de una situación excepcional, la capacidad de respuesta del tejido empresarial de mayor tamaño ha demostrado ser sólida, minimizando el impacto del apagón y garantizando la continuidad de la actividad en la mayoría de sectores", señala la CEV, que subraya que el colectivo de trabajadores autónomos y pequeños negocios ha sido uno de los "más perjudicados" por el apagón.
Al no contar habitualmente con sistemas de respaldo energético ni con recursos para mitigar rápidamente este tipo de contingencias, muchos autónomos vieron interrumpida su actividad de forma inmediata. Sectores como el comercio de proximidad, la hostelería, peluquerías, talleres, estudios profesionales y actividades vinculadas a la conectividad digital fueron algunos de los más afectados.
Aunque el hecho de coincidir con un día festivo en muchas localidades limitó el alcance total del daño, para aquellos autónomos que sí estaban operativos el impacto ha sido "notable, evidenciando de nuevo su especial vulnerabilidad ante cualquier interrupción del suministro", aunque a diferencia del presidente valenciano Carlos Mazón no ha incluido en su valoración su posicionamiento sobre alargar la vida de la nuclear de Cofrentes.