Comienza un momento cargado de historia, simbolismo y mucha expectación en la Iglesia Católica. Tras la muerte del Papa Francisco, ocurrida un día después de su última aparición en público, todas las miradas están en el Colegio Cardenalicio, que tiene la responsabilidad de escoger al nuevo Santo Padre.
Desde The College of Cardinals Report resuenan con fuerza nombres y uno de ellos podría llegar a convertirse en el próximo papa. De hecho, en España también hay candidatos con influencia dentro de la Iglesia, pero hay una persona que destaca como uno de los cardenales que ideológicamente más se asemeja al fallecido Papa Francisco I.
Se trata de Carlos Osoro, nacido en Castañeda, Cantabria, el 16 de mayo de 1945. Es arzobispo emérito de Madrid y destaca por ser uno de los aspirantes con mayor proyección entre los de habla hispana. Su trayectoria pastoral, cercana dialogante y profundamente evangélica, le ha valido el apodo mediático del "papa francisco español".
Estudió Magisterio, Pedagogía y Matemáticas y ejerció como maestro antes de ingresar al seminario, lo que ya denotaba una vocación hacia la formación y la educación. Fue ordenado sacerdote en 1973 y, posteriormente, se licenció en Filosofía y Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Su carrera eclesiástica fue desarrollándose, primero como arzobispo de Oviedo (2002-2009), luego como arzobispo de Valencia (2009-2014), y finalmente como arzobispo de Madrid, cargo que ocupó desde 2014 hasta 2023.
En cuanto a su proyección internacional, después de participar en la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la familia en octubre de 2015, el Papa Francisco lo integró en el XIV Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo.
Su visión, profundamente pastoral y en sintonía con la línea del papa Francisco, fue reconocida en el consistorio del 19 de noviembre de 2016, cuando el pontífice argentino lo creó cardenal, otorgándole el título de Santa María en Trastevere, una de las basílicas más emblemáticas de Roma.