El pontífice, firme defensor del medioambiente, se convirtió en el primero en utilizar un Papamóvil 100% eléctrico, un Mercedes-Benz Clase G único en su clase.
El Papa Francisco ha fallecido este lunes a los 88 años de edad tras una larga enfermedad, marcada en sus últimos meses por una neumonía bilateral. Más allá de su legado espiritual y social, el primer Papa latinoamericano también será recordado por su firme compromiso con la sostenibilidad y el medioambiente, una causa que abrazó con fuerza en su encíclica Laudato Si'. Su último medio de transporte, simbólico y práctico a la vez, fue un Papamóvil eléctrico: un Mercedes-Benz único, hecho a mano y adaptado exclusivamente para sus apariciones públicas.
A finales de 2024, Mercedes-Benz entregó al Vaticano este primer Papamóvil totalmente eléctrico de la historia, basado en el nuevo Clase G eléctrico (G580 con tecnología EQ). Este vehículo no solo representa un hito tecnológico, sino también un gesto profundamente alineado con los valores del pontífice, que durante su papado insistió en la urgencia de actuar ante el cambio climático y cuidar la "casa común".
Un Papamóvil hecho a medida para un Papa comprometido
El Papamóvil fue desarrollado en estrecha colaboración entre Mercedes-Benz y el Vaticano, cumpliendo requisitos muy específicos: desde su motor eléctrico adaptado para desplazamientos lentos, hasta un diseño funcional que permitía al Papa dirigirse al público desde distintos ángulos. El asiento principal era giratorio, regulable en altura y se ubicaba en una carrocería personalizada, con techo desmontable y acabados de máxima calidad.
El exterior, como manda la tradición, se pintó en blanco perla. Pero bajo esa apariencia clásica latía la última innovación de Stuttgart: cuatro motores eléctricos, uno en cada rueda, y un sistema de propulsión eficiente con un consumo combinado de entre 27,7 y 30,4 kWh/100 km.
Desde su recepción, Francisco utilizó el nuevo Papamóvil eléctrico para sus desplazamientos locales, marcando un antes y un después en una tradición de casi un siglo entre Mercedes-Benz y el Vaticano.
Casi 100 años de historia entre Mercedes-Benz y el Vaticano
La relación entre la marca alemana y la Santa Sede se remonta a 1930, cuando el Papa Pío XI recibió un Nürburg 460 Pullman Saloon. Desde entonces, modelos tan icónicos como el 300 Landaulet, el 600 Pullman, o el G500 han servido como transporte papal en diferentes épocas.
En los últimos 45 años, el Papamóvil más reconocible ha sido el basado en la Clase G, pero nunca antes había sido 100% eléctrico. Con Francisco, ese cambio llegó por fin, consolidando su legado no solo espiritual, sino también ecológico.