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Las bodegas dan el paso: vinos más resilientes y sostenibles con el medioambiente y la economía local

  • Viñas del Vero y Viñedos del Río Tajo participan en el proyecto HarvRESt para aplicar la agrovoltaica y probar robots autónomos y vehículos eléctricos
  • Los resultados son satisfactorios, pero existen todavía algunas barreras para su implementación
  • Café de Colombia para elaborar vinos
El proyecto HarvRESt permite avanzar en la descarbonización y sostenibilidad de las bodegas y vinos.
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Energías renovables, robots autónomos o maquinaria y vehículos eléctricos en los viñedos no son nuevos en el sector del vino ni en las bodegas, que siguen avanzando para ser cada vez más resilientes, adaptarse a los nuevos tiempos y conseguir diversificar su actividad e ingresos para ser más sostenibles no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también económicamente al proporcionar servicios energéticos a las comunidades. Son desafíos en los que trabaja el sector desde la innovación y la tecnología dentro de un contexto de cambio climático.

Y en estas líneas avanza el proyecto demostrativo HarvRESt, de investigación e innovación, que cuenta con 16 socios de países europeos y está liderado por CIRCE. En España, los ensayos y demostraciones se están realizando en la bodega Viñas del Vero, en Huesca, donde se están probando vehículos autónomos y eléctricos, además de sistemas para la optimización de la energía fotovoltaica. También en Viñedos del Río Tajo, en Toledo, se están desarrollando estudios relacionados con la agrovoltaica para optimizar el rendimiento del viñedo.

Los últimos avances e innovaciones en maquinaria están contribuyendo a la descarbonización de la actividad que se lleva a cabo en las bodegas. En Viñas de Vero se está probando un tractor eléctrico con el fin de comprobar la duración de la batería mientras realizan las diferentes funciones y sus variaciones según los aperos empleados, así como analizar la recarga de su batería. También se estudia su ergonomía de cara al agricultor.

Y los resultados son positivos, al menos, desde el punto de vista tecnológico porque quizá la principal barrera para su incorporación al sector es la legislación. "Es restrictiva. Se puede usar en la viña, pero hay problemas en la homologación porque la batería no está homologada y, además, no pueden circular por la carretera", afirma José María Ayuso, gerente de viñedos y proyectos de González Byass, a elEconomista

De hecho, ya se ha podido comprobar durante el proyecto que puede realizar a la perfección las labores tradicionales que se llevan a cabo en el viñedo, además de trabajar con diferentes aperos, engancharle remolques o la segadora, entre otros posibles empleos.

La legislación también puede ser un freno para la introducción de robots autónomos. Viñas del Vero está probando un robot viñero autónomo para, por ejemplo, trabajos en el suelo de labrado y de hierbas para picar. Su accionamiento, que ya no es humano, es igualmente satisfactorio.

Pero todavía hay algunas dificultades para su implementación generalizada en el sector. "La legislación es compleja", asegura Ayuso. La normativa es exigente porque se puede utilizar y aplicar en la finca, pero se necesita un vallado físico o digital, aunque el robot se para si detecta una persona cerca. Además, debe haber también un responsable a determinada distancia para controlar su funcionamiento y presionar el botón de paro para evitar incidencias.

Más extendido está el uso de la energía fotovoltaica en el sector agroalimentario con la instalación de placas solares. Ahora, el siguiente paso es disponer de sistemas inteligentes que optimicen esta energía, tanto desde el punto de vista de la producción como de la gestión de su carga y descarga y el almacenamiento. Y todo ello unido a los precios de la energía.

"Podemos determinar en qué momento se consume energía de la red o se deja de consumir, cuándo se pone en marcha una máquina o se realizan determinadas funciones en la bodega o saber el momento de carga de, por ejemplo, una carretilla eléctrica", añade José María Ayuso. De este modo, se optimiza el flujo de la energía con el fin de minimizar el consumo y la factura eléctrica.

De momento, las primeras conclusiones de las demostraciones realizadas apuntan a un mayor porcentaje de autoabastecimiento de energía. "Entre el 30% y el 55% se puede autoconsumir sin generar muchos excedentes", incide el responsable de proyectos de Viñas del Vero. Además, el kilovatio de autoconsumo es más de "dos o tres veces más barato", teniendo en cuenta el precio de la luz, del kilovatio real, y de la inversión realizada no solo en la instalación, sino en todo el sistema, dado que se requiere de sensores para medir el consumo eléctrico de la bodega, disponer de un software y su conexión con Red Eléctrica, para relacionarlo con los precios, y hacer cálculos de la previsión de producción energética en función de la radiación solar. "Todo se combina con lo que hay que hacer en la bodega", añade Ayuso.

tractor electrico agricultura
Viñas del Vero está probando en sus instalaciones un tractor eléctrico.

Son los primeros resultados de este proyecto en el que durante los próximos 14 meses, su duración total es de 36 meses (comenzó en enero de 2024), se seguirán haciendo pruebas, además de estar pendientes de la evolución de la legislación con el fin de corroborar en qué medida es posible incorporar estos vehículos y maquinaria electrificada y autónoma al sector.

Relacionado con la energía fotovoltaica también están las demostraciones que se llevan a cabo en Viñedos del Río Tajo. En este caso, la investigación se centra en agrovoltaica con el fin de ver cómo los paneles solares pueden contribuir a la producción de uva dentro de un contexto de cambio climático.

Se establecen sinergias entre el panel fotovoltaico y el viñedo, ya que se colocan sobre las viñas para sombra y bajar la temperatura. Gracias a un algoritmo, se puede observar cómo se mueve el panel para proporcionar esa sombra en unos momentos u otros del día y ver su impacto sobre la uva y la producción del viñedo.

No son los únicos pasos dados en el sector. Por ejemplo, en Viñas del Vero se trabaja en otros proyectos europeos, como Fuelphoria, para captar CO2 en las bodegas y descarbonizar el proceso productivo, aparte de articular economías circulares. El objetivo es así generar gas metano sin huella de carbono y conseguir que el CO2 tenga utilidad para, por ejemplo, la industria alimentaria y la elaboración de refrescos con gas. Este proyecto arrancó a finales de 2023 y se prolongará hasta 2027.

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