Un hombre de 32 años ha conseguido escapar de su cautiverio provocando un incendio en su habitación utilizando gel desinfectante, papel y un mechero tras pasar más de 20 años encerrado por su madrasta en su vivienda de Waterbury, Connecticut.
El joven, según informan las autoridades, habría estado encerrado en su habitación de 2,4 x 2,7 metros desde los 11 años de edad. Su madrastra, Kimberly Sullivan, únicamente le proporcionaba dos sándwiches y dos vasos de agua al día, por lo que, cuando consiguió escapar el pasado 17 de febrero pesaba unos 30 kilogramos y presentaba un cuadro de desnutrición severa.
Además, durante las dos décadas de encierro, no tuvo acceso a ningún tipo de atención médica o dental. Le desescolarizaron cuando iba a cuarto curso y se le dijo que mintiera a las autoridades si preguntaban sobre su situación.
Sin embargo, los vecinos ya habían alertado del pésimo estado en el que se encontraba el joven, pero no se tomaron acciones efectivas; y el exdirector del colegio ha informado que desde el centro llamaron al Departamento de Niños y Familias en al menos 20 ocasiones.
Según ha avanzado la policía, la puerta del cubículo estaba reforzada con madera contrachapada con el fin de que no tuviera posibilidad de salir. Sin embargo, lo intentó en numerosas ocasiones, lo que hizo que su encierro se volviera "más estricto".
Actualmente, el hombre se encuentra recibiendo atención médica y apoyo para recuperarse de las secuelas físicas y emocionales de su prolongado cautiverio y Kimberly Sullivan ha sido arrestada y enfrenta múltiples cargos, incluyendo secuestro, agresión y crueldad.