El dueño de La Sirena, José Elías, se pronuncia sobre las dificultades que enfrentan los jóvenes: "Les llenamos la cabeza de derechos y ninguna obligación"

En una nueva entrega de su podcast "Un café incapto con Jose", el empresario y dueño de La Sirena, José Elías, charla con su (casi) hómonino, Elías San José, un joven docente de Badalona que decidió abandonar su carrera como ingeniero para perseguir su sueño de ser profesor. Tras conseguirlo se ha embarcado en varios emprendimientos, el último de ellos una plataforma online de orientación académica dirigida a jóvenes de entre 14 y 20 años que no saben qué estudiar o si quieren hacerlo, una idea que le llama la atención al empresario, dado que considera que "apabullamos" a los jóvenes hasta tal punto que no saben tomar decisiones.

"Antes teníamos más tiempo para aburrirnos"

El profesor pone en el foco en que "en este país tenemos a los adolescentes abandonados" sobre todo porque el incontrolable acceso a redes sociales los hace indiferentes a lo que les pasa alrededor, además de vulnerables y demasiado idénticos, tanto que todos visten igual y tienen los mismos gustos por consumir el mismo tipo de contenido y publicidad.

A este planteamiento el empresario le pregunta si considera que los creadores de contenido, entre los que se incluye, tienen mucho impacto sobre la gente joven, a lo que el docente responde sin dudarlo que sí. "Prefieren hacer lo que les dice el youtuber de turno", sobre todo porque "se crea un ecosistema digital en el que es muy fácil encariñarte y coger confianza porque tiene una manera de comunicar que les engancha", enfatiza Elías San José.

De ahí que su plataforma no esté funcionando muy bien, pues anteponen la opinión de un influencer al que admiran a la de un profesional docente, e incluso en ocasiones a la de sus padres, aunque no todos son así.

El problema que ve José Elías

En vista de esta situación, José Elías se moja y admite que la juventud actual está tan super protegida porque "intentamos guiarlos tanto que los apabullamos", utilizando el símil de la cebra que vive su vida tranquila y llega el león que se la come refiriéndose a como los jóvenes viven en una burbuja hasta que tienen que tomar la primera decisión importante de su vida: a qué quieren dedicarse en un futuro.

"Los protegemos tanto que al final los hacemos más débiles", enfatiza el empresario al añadir que "les llenamos la cabeza de derechos y ninguna obligación" para su futuro. Aunque reconoce que hay que defender los derechos que tanto nos ha costado conseguir como sociedad, hay que enseñarles que para mantenerlos hay que cumplir también con ciertas obligaciones, que pasan inevitablemente por la toma de decisiones, no es lo mismo empezar a trabajar a los 16 años sin formación que a los 25 con una carrera, todo depende de lo que comunique y decida cada joven, aunque hay que darle la oportunidad de, precisamente, elegir.

El programa del docente, a prueba

Lo importante de este proyecto es convencer al adolescente de que necesita ayuda para encontrar su camino profesional, ya que muchos se encierran precisamente en lo que encuentran en las redes sociales en lugar de dejarse aconsejar por profesionales.

Y si el adolescente no busca ayuda, entonces son los padres los que deben convertirse en el target objetivo de la plataforma de Elías San José, dado que son ellos los que pagan para que su hijo reciba una orientación académica adecuada antes de salir al mundo exterior.

"Tu vida son entre 20 y 30 decisiones y la primera es que quieres ser de mayor, hasta ese momento tu vida ha fluido".

En definitiva, hay que fomentar el autoconocimiento de los jóvenes y de su entorno, para que cuando tengan que elegir entre una u otra alternativa sepan escoger lo que es más adecuado para sus circunstancias y no dejarse guiar por opiniones externas que no buscan su beneficio. Ahí es donde reside realmente la importancia del proyecto que presenta el docente invitado a este capítulo del podcast, en convencer al adolescente de salir de su burbuja porque en algún momento tendrá que enfrentarse al mundo profesional, donde no existen las recuperaciones.