
Las empresas aragonesas ya están aprovechando las oportunidades de negocio que ofrece el coche eléctrico y las baterías para estos vehículos. Aunque todavía en Aragón queda camino por recorrer para realizar más componentes, la electrónica y el software de gestión, en el tejido empresarial se han dado pasos para dar respuesta a las necesidades del vehículo eléctrico.
Y un buen ejemplo es el caso de Convenzar. Una pyme, con 50 años en el mercado, cuya actividad se centra en soluciones adhesivas para el sector industrial y la automoción, incluyendo el coche eléctrico.
La compañía trabaja para Stellantis, empresa a la que suministra una pieza adhesiva para la battery pack, que permite que las distintas celdas queden unidas y no haya afección en cuanto a disipación y aislamiento térmico, uniones y sellados, entre otros aspectos.
"Nos ha ayudado a aumentar las ventas -en torno al 25%-, y a cambiar de instalaciones en Alfajarín", afirma Marta Gasión, plant manager de Convenzar durante la celebración de 'EV Revolution: batteries and global trends', organizado por el Cluster de Automoción y Movilidad de Aragón y celebrada en Zaragoza.
La empresa realizó "una apuesta por el vehículo eléctrico cuando todavía no estaba consolidado en España, era utópico y un reto", añade Gasión, quien incide en que se acometió en la compañía un cambio de mentalidad al tener que empezar a trabajar de otra manera y "para clientes de gran importancia y suministrando a Stellantis", firma a la que no solo proporcionaban piezas para España.
Es una apuesta que no es estática porque "ahora Stellantis ha cambiado el diseño. Ahora los cambios ya no duran diez años, son más rápidos y ágiles" dentro de un mercado que, además, es más desconocido. Un contexto en el que la compañía ha apostado por la flexibilidad para adaptarse a esas nuevas condiciones en las que el reto también es formar a personas. Su plantilla, ahora, alcanza las 40 personas.
Esta apuesta y visión estratégica no solo ha permitido a Convenzar trabajar para Stellantis, sino que también ha logrado contratos para otras compañías del sector de la automoción como Renault.
Es una línea de actividad para baterías que se suma a la producción convencional o clásica, que "siempre hemos mantenido", lo que les permite trabajar tanto para el vehículo eléctrico como para el coche de combustión. Y, ahora, con la gigafactoría de Stellantis y CATL toca "revisar las oportunidades" para la empresa con el fin de identificarlas y poder formar parte de esta cadena de valor. Un proceso en el que desde Convezar se muestran esperanzados, aunque "dependerá de la plataforma y de las materias primas", que se empleen.
Otra de las compañías que apuesta por el sector de la automoción en Aragón es Estampaciones Modernas, que lleva 75 años ya en el mercado. La automoción concentra actualmente el 40% del volumen de actividad de la compañía de componentes, que sigue abierta a nuevas oportunidades de negocio.
"Siempre tenemos las puertas abiertas. No nos afecta tanto la transición en el sector", pero sí en mayor medida a nivel de I+D "para que el motor consuma cada vez menos sin mermar las prestaciones de los coches", apunta Alberto García, director adjunto de Estampaciones Modernas.
Un contexto en el que "la competencia de China aprieta", aunque reconocen que hay que "aprovechar y tratar de reconvertir las amenazas en oportunidades". Y, en este proceso, las miradas están puestas en la fábrica de baterías de Stellantis y CATL en Figueruelas, ya que se considera que "nos ayudará a tener más negocio". La empresa, situada en el polígono Empresarium de Zaragoza, tiene una plantilla de 50 personas y factura alrededor de 20 millones de euros.