
Rodalies se ha convertido en la primera patata caliente del president Salvador Illa. El líder del PSC se ha enfrentado este miércoles a una sesión de control parlamentaria sobre la que gravitaban las imágenes del caos ferroviario que en la última semana ha dejado en la estacada a centenares de pasajeros. Todo ello con el traspaso integral de Cercanías como telón de fondo, que solo añade presión a las autoridades autonómicas para intentar mejorar el servicio. En este contexto, el dirigente socialista ha respondido a varias cuestiones entonando a la vez el mea culpa pero asegurando que los problemas endémicos de Rodalies van camino de revertirse.
"El Govern resolverá esta situación", ha prometido Illa, que aun así ha advertido que "no será fácil ni rápido". Lo ha dicho en respuesta a una pregunta del portavoz de Junts per Catalunya, Albert Batet, en la que el posconvergente ha acusado al presidente de esconderse ante "la crisis ferroviaria" y le ha afeado que no haya pedido comparecer a petición propia ante la cámara catalana. "No es el gobierno de todos, es el gobierno que hace llegar tarde a todos", ha espetado Batet.
"Seguro que tengo muchos defectos y que usted estará siempre atento para señalarlos, pero no contaría entre mis defectos el esconderme", ha respondido Illa. Junts ha intentado cambiar hoy el orden del día para forzar una comparecencia extraordinaria del presidente de la Generalitat en la misma sesión de control. La votación no ha salido adelante gracias a los votos en contra de los socios del gobierno autonómico, a los que se sumaron los cupaires. En cambio, Illa sí deberá dar explicaciones en un pleno monográfico que se celebrará el próximo 25 de marzo, tal como solicitaron ERC, CUP y comunes.
En sus intervenciones, Illa asumió que Rodalies tiene "mucho recorrido de mejora", pero ha defendido que se están haciendo inversiones en esta infraestructura que, de forma temporal, pueden perjudicar el servicio. "No podemos ir a un ritmo superior de inversiones si queremos mantener la red en funcionamiento", ha advertido. Y ha mandado un recado a Junts al puntualizar que la formación independentista ha gestionado la Consejería de Territorio durante 12 de los últimos 15 años. "Si fuera tan fácil resolverlo, ya lo habrían hecho", ha reprochado.
Óscar Puente, al rescate
En paralelo a las explicaciones de Illa en el Parlament, el ministro de Transportes, Óscar Puente, respondía en el Congreso sobre la misma cuestión. Preguntado por ERC y Junts, el máximo responsable de Adif y Renfe ha recurrido al mismo argumento que el Govern al vincular las incidencias con el alto volumen de inversiones en Cataluña.
"Estamos realizando un volumen de inversiones muy difícil de compatibilizar con la prestación del servicio", ha asegurado. En este sentido, el ministro ha pedido a Junts "menos demagogia" sobre la situación de Rodalies, retándole a decir cuál de las últimas afectaciones han sido como consecuencia de la falta de inversión: "Si invertimos más, hacemos inviable la prestación del servicio".
El debate ha tenido otro elemento de interés: el choque entre posconvergentes y republicanos. Mientras Isidre Gavín (JxCat) ha acusado a ERC de contribuir con su "ayuda inestimable" a que "todo siga igual" en las Cercanías catalanas, Gabriel Rufián lo ha atacado llamándolo "miserable y mentiroso".