Cómo cuidar las plantas de exterior: si las hojas se ponen amarillas, es por este problema concreto

Las plantas de exterior son una de las mejores opciones de decoración natural para los jardines, balcones o terrazas de las viviendas, una forma de conseguir tonos primaverales, que aportan elegancia y mucho color, sobre todo, en el periodo de primavera y verano, aunque algunos ejemplares pueden verse vigorosos y florecer durante todo el año.

De hecho, todo va a depender del tipo de especie de planta que se cultive en el exterior del hogar, teniendo en cuenta que cada uno de ellos va a tener unas necesidades y cuidados básicos diferentes, ya que no todas requieren la misma cantidad de agua o la misma exposición al sol, entre otras cosas.

Conociendo los cuidados específicos de cada especie, sí que hay algunas recomendaciones generales que se aplican a las plantas de exterior y que son muy importantes para evitar problemas comunes, como es el caso de las hojas amarillas.

¿Por qué se ponen amarillas las hojas de mis plantas?

Los cuidados básicos de las plantas de exterior pasan por la ubicación, la exposición solar, el riego y las diferentes plagas que pueden afectar a su crecimiento y floración. Es por ello que, en la mayoría de casos, las hojas que se vuelven amarillas tienen su causa en un error relacionado con alguno de estos cuidados.

El color amarillo de las hojas se conoce como clorosis, un problema muy común que ocurre cuando a la hoja le falta clorofila, el componente que hace que las hojas de las plantas sean de color verde. Cuando hay falta de clorofila, las hojas se vuelven amarillas.

La clorofila hace que se lleve a cabo la fotosíntesis de forma correcta, por lo que si no hay suficiente, la planta no puede nutrirse debidamente, la hoja se pondrá amarilla y, después, se secará y se caerá. También es posible que alguna plaga afecte a las hojas con falta de clorofila.

¿Cómo evitar este problema de hojas amarillas? Pues muy sencillo.: habrá que identificar el problema que está afectando a tu planta de exterior. Generalmente, el problema que causa las hojas amarillas suele ser alguno de los siguientes:

• Riego inadecuado: tanto la falta como el exceso de agua en tu planta son nocivos y pueden volver amarillas las hojas. En caso de un exceso de agua, los encharcamientos son dañinos para las plantas de exterior, mientras que una falta de riego puede secar las hojas de igual manera. Vigila el sustrato y sigue las recomendaciones específicas de agua para cada especie.
• Exposición solar: la iluminación es clave para cualquier planta, pero algunas plantas de exterior no van a tolerar bien la exposición solar directa. Esto quiere decir que, aunque necesitan muchas horas de luz, los rayos solares no pueden incidir directamente sobre las hojas, ya que estas podrían quemarse. Así, ten en cuenta cuáles son las especies que necesitan sombra o semisombra.
• Tipo de sustrato y abono: aunque, por lo general, las plantas de exterior se adaptan bien a las condiciones del suelo, hay algunas especies más delicadas que necesitan un sustrato específico. Del mismo modo, conviene abonar las plantas con fertilizantes, sobre todo en época de floración, para ayudar a aportar aquellos nutrientes necesarios para su correcto crecimiento, ya que la falta de algunos nutrientes también es causa de hojas amarillas.
• Plagas: cuando la planta está débil o presenta hojas amarillas, es más fácil que esta se vea afectada por plagas. Además, algunas plantas de exterior impiden la llegada de nutrientes a las plantas. Algunas plagas son muy difíciles de detectar, ya que afectan a las raíces o son organismos muy pequeños que no se ven a simple vista. En este caso, si sigues todas las recomendaciones y cuidados y la planta no reacciona favorablemente, puedes consultar a un especialista para comprobar si tienen plagas o no y cuál es el tratamiento adecuado para cada una de ellas.

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