
El 'Periodo Edo' de Japón, entendido como la época entre los años 1603 y 1868, marcó el hito de la 'era moderna temprana' de la sociedad japonesa. Al término de este periodo, entró de lleno la 'Era Meiji' (23 de octubre de 1868-30 de julio de 1912) en el cual Japón comenzó su modernización y occidentalización, erigiéndose como potencia mundial. Fue por estos años de aproximación hacia el mundo "occidental", donde apareció en el país asiático la figura de una mochila de estilo holandés llamada Randoseru. Hoy, 157 años más tarde, este accesorio de culto toma fuerza en la tendencia de moda y rinde homenaje a los primeros que se atrevieron a cargarla en los procesos de la transición moderna de Japón.
El imperativo categórico de Japón para su transformación era la occidentalización. "Occidente contaba claramente con el secreto del éxito y por lo mismo había que imitarlo a toda costa", explica Mauro Bonifazi en su texto llamado 'Japón: Revolución, occidentalización y milagro económico'. Por esta razón, según el autor, tomar un conjunto de valores e instituciones de otra sociedad (occidental) representaba un intento del todo sorprendente, como el caso de las mochilas estilo holandesas.
Una de las primeras áreas de la sociedad donde se introdujo una de las reformas occidentales fue el ejército japonés. Fueron los soldados quienes comenzaron a llevar por primera vez estas mochilas con estilo occidental (holandés) como una suerte de herramienta y como parte de su equipaje principal. Casi 20 años más tarde, en un intento de rendir homenaje a los soldados japoneses, la elitista y denominada escuela de las escuelas de Japón, Gakushuuin, propuso el uso de las Randoseru.

Orígenes de la famosa mochila japonesa
El nombre de Randoseru viene de la palabra neerlandesa "ransel" y de "ränzel" del idioma alemán que significa "mochila", término que se empezó a utilizar en Holanda hace más de 200 años y que se usa en Japón desde 1860 aproximadamente.
Estas mochilas, que ya forman parte de la cultura y moda tradicional japonesa desde temprana edad, tienen unas características que las hacen particulares, y es que es poco común que un producto que se utilizaba hace más de 150 años siga perdurando hoy en día. Razón por la cual no son tan caras.
Según detalla el portal Gogonihon, estas mochilas se convirtieron en moda dentro de las clases más acomodadas. En sus principios no se popularizó entre las clases bajas, debido a su alto coste y debido a que preferían usar el 'furoshiki', un tipo de bolsa de tela que se usaba para envolver cualquier tipo de mercadería que llegó con la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, con el auge de la economía, los estudiantes de todo Japón terminaron adoptaron la tradición de usar Randoseru.
En lo que refiere a los materiales, la mochila está hecha de cuero o de material sintético similar al cuero. En las escuelas el color tradicional es negro para niños y rojo para niñas, aunque se consiguen también en colores rosa, marrón, azul oscuro, verde, etc. Su tamaño es de unos 30 cm de alto, 23 cm de ancho y 18 cm de profundidad, pesan alrededor de 1 kg y tienen un grado más suave en las superficies que tocan el cuerpo. Además, sirve para situaciones de emergencia como terremotos, inundaciones y seguridad vial.
Los fabricantes detrás de las mochilas japonesas
Detrás de este objeto de culto, está la compañía SEIBAN, el fabricante número uno de mochilas Randoseru en Japón. Según palabras del fabricante, se compromete a realizar productos en Japón y ofrece diseños pensando en los niños.
"Mejore la experiencia escolar de su hijo con un Randoseru, el epítome de la tradición y la elegancia. Las mochilas están diseñadas cuidadosamente para durar los seis años de la escuela primaria y la escuela elemental. Es resistente, confiable, liviana y fácil de usar", describen desde la página web de SEIBAN.
Hoy en día, más empresas japonesas fabrican Eandoseru para adultos, con el fin de ser utilizados en situaciones "formales y comerciales". Su éxito ha sido tal que se ha dado vuelta la historia, y es occidente quien mira esta tendencia para aplicarla en sus modas de accesorios. Entre estas compañías aparece Tsuchiya-kaban, con un catálogo de mochilas que van desde los 491,95 euros a los 1.195,95 euros.
Relacionados
- Una hotelera japonesa quebrada por el covid se convierte en el rey cripto con subidas del 3.500% gracias a Trump
- Japón quiere comprar la paz comercial con Trump con un enorme gasoducto que los conecte a Alaska
- El sushi de salmón se inventó hace 40 años y no fue en Japón: este es su país de "nacimiento"