
La citronela, como bien todos sabemos, es una hierba aromática que se utiliza a menudo como un repelente natural de los insectos. Se cree, desde hace varias décadas, que su olor desagradable para muchos insectos, como mosquitos o moscas, puede ayudar a mantenerlos alejados.
También se emplea habitualmente como un ingrediente en velas repelentes de insectos y en productos de cuidado personal como lociones y aceites de masaje para ayudar a repeler los insectos. Por si fuera poco, también se usa en la cocina, dando un sabor cítrico y fresco.
Beneficios
Entre sus propiedades, cabe destacar las siguientes, según el portal especializado 'Tua Saúde':
- Combatir hongos y bacterias. Ayuda a mantener la piel limpia y saludable.
- Repele insectos. Es una buena forma natural de espantar mosquitos, moscas y hormigas.
- Mantiene la casa perfumada y desinfectada. Sí, cuando es utilizada para la limpieza.
- Efecto relajante. Ayuda a mantener la concentración y a mejorar el humor.
- Ayuda en la cicatrización de heridas. En especial, aquellas causadas por diabetes, debido al efecto antiinflamatorio y antifúngico de su aceite esencial.
A tener en cuenta
Cabe destacar que requiere muy pocos cuidados y se adapta a la perfección a todo tipo de suelos. Es más, es relativamente tolerante a la sequía y solo debe regarse cuando se meta el dedo en la tierra y se aprecie la parte superior seca. Ahora bien, no hay que pasarse, ya que si se riega en exceso puede pudrirse.
Con tres veces en semana en verano y una en invierno es suficiente. Con respecto a la luz, necesita bastante para crecer en condiciones, de modo que puede pasarse unas horas al día recibiendo luz directa del sol sin temor a que se quemen sus hojas, De ahí que sea recomendable mantenerla en el exterior, sobre todo en invierno, al menos entre 6 y 8 horas al día.