Tener plantas en el interior de tu vivienda trae consigo una serie de beneficios que van más allá de la simple decoración. Estos seres vivos llenan nuestros espacios más íntimos de vida, color y energía positiva, siendo capaces de mejorar nuestra salud y el ambiente de nuestra casa.
Asimismo, los elementos naturales ayudan a contrarrestar algunos males de las casas como el moho, a reducir la humedad y contribuyen a neutralizar la electricidad. El simple acto de contemplarlas y cuidarlas, por si fuera poco, nos proporciona una sensación de calma y conexión con la naturaleza.
Características
De todas ellas, hay una que está ganando cierta popularidad en los últimos meses: se trata del Ficus Benjamina, una planta que resalta por su elegancia y su versatilidad. Al parecer, son plantas fáciles de cuidar, crecen rápidamente y se adaptan a interiores, pero deben existir ambientes ventilados y con una buena luz, sin sol directo.
Originaria de la India, el Sudeste Asiático, Malasia, Filipinas, Australia y las islas del Pacífico Sur, esta planta está bastante extendida en muchas partes del mundo por su belleza y sus propiedades beneficiosas para el entorno doméstico. Normal, claro está.
Cuidado
Además de su porte elegante y bello tronco que llega a trenzarse cuando va creciendo, ofrece beneficios ambientales. Y es que actúa como un gran purificador natural del aire, mejorando toda la calidad de tu entorno. Por si fuera poco, contribuye a reducir el ruido ambiental y es perfecta para luchar contra el estrés cotidiano.
Para que crezca sana y feliz, tienes que buscarle un lugar luminoso -sin sol directo- y conseguir que la temperatura se sitúe entre los 13 y los 24º C. Por lo general, la tierra debe estar siempre ligeramente húmeda, pero no en exceso. En verano, es más que suficiente regarla cada 4-5 días, y en invierno cada 8-10 días.
