
La directora del CNIO, María Blasco, se saltó en 2018 los estatutos del centro para tener un contrato indefinido a pesar de que la reglamentación interna establece que solo puede firmarse por un periodo de cinco años, aunque con la posibilidad, eso sí, de establecer prórrogas. Es la advertencia que lleva haciendo desde hace años, la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) en sus informes de auditoría.
"Los artículos 17º y 19º de los Estatutos establecen, respecto del nombramiento por el Patronato de los cargos de director y gerente de CNIO que en ningún caso la duración de los contratos podrá exceder de cinco años, prorrogables por acuerdo de las partes y conforme a las disposiciones aplicables en la materia". Y el problema es que "la duración actual de los contratos de los directivos, es indefinida", recuerda IGAE en la auditoría publicada en la web del centro, la correspondiente al año 2021, en la que recomienda "la modificación de los Estatutos, aun cuando estos no determinan límite a las prórrogas, al objeto de evitar incumplimientos normativos".

Blasco entró en el CNIO en 2011 y, según recuerda el IGAE, tenía contratos de 5 años, el último de los cuales tuvo vigencia hasta el 15 de febrero de 2018. Según recuerda en sus informes, el 26 de febrero de ese año "el Patronato aprobó su renovación, con carácter indefinido", algo que "va contra lo dispuesto en la modificación y refundición de los Estatutos de la Fundación de 1 de febrero de 2013".
El IGAE recuerda que "pese a lo expuesto en el informe complementario de los ejercicios 2018 y 2019, el Patronato de CNIO, órgano habilitado para designar al director o para iniciar el proceso plurianual de renovación o refrendo, no ha manifestado su voluntad de iniciar un plan en base a los objetivos estratégicos plurianuales". Desde diciembre de 2023, la presidenta del Patronato es Eva Ortega Paino, Secretaria General de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. El CNIO evita pronunciarse sobre un cambio en los estatutos y, aunque admite que el contrato de Blasco es indefinido, insiste también en que "está sujeto a una evaluación cada cinco años para decidir su continuidad".
Más allá de la vulneración de los estatutos, IGAE apunta también otras presuntas irregularidades. En su último informe señala, por ejemplo, que "si bien el reconocimiento del complemento variable está vinculado al cumplimiento de objetivos, su análisis podría ser indicativo y a su vez justificativo de la continuidad en el puesto, estimando, no obstante, necesario la realización de evaluaciones del personal que ocupa estos puestos cada cierto periodo de tiempo, como garante de la eficacia y efectividad de estos cargos", algo que no se estaría por lo tanto llevando a cabo.
Blasco, por otro lado, cobró de manera irregular una retribución de 90.000 euros anuales durante, al menos, tres años, según el informe de auditoría de 2019 de la Intervención General de la Administración del Estado. La documentación expone que la directora del centro habría recibido 30.000 euros más al año durante los ejercicios 2016, 2017 y 2018, llegando a cobrar en este último la cantidad de 217.000 euros, un importe "superior al que se establece en su contrato".
El contrato
De acuerdo con el IGAE, la retribución que le correspondía a Blasco era de 120.000 euros y que no solo "se ha incumplido el segundo límite que establecía el Real Decreto 451/2012", sino que además "no se ha constatado que la Fundación haya realizado acciones en el ejercicio analizado tendentes al reintegro de las cantidades señaladas".
En este sentido, la Fundación intentó justificar con alegaciones las cantidades recibidas irregularmente por la directora, pero el auditor no las admitió: "formulada la alegación por la Fundación, ésta no se acepta por los fundamentos y razones expuestos con anterioridad". En la misma línea, el organismo público alerta en su informe de que "no se ha producido ninguna revisión de las condiciones contractuales" y tampoco del régimen retributivo del contrato de la Directora". Con todo ello, un grupo de científicos ha reclamado la destitución de Blasco.