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Felipe VI dedica su mensaje de Navidad a Valencia y llama a "la serenidad en la esfera pública y en la vida diaria"

  • En un escenario de contienda política "atronadora", el monarca, en su rol de árbitro, ha demandado "serenidad"
  • El Rey ha vuelto al Palacio Real de Madrid, donde no grababa el mensaje de Nochebuena desde 2015. Ha sido su gesto para conmemorar el X aniversario de su proclamación

Homenaje a Valencia en el discurso institucional más importante del año. El Rey ha pronunciado su 11º mensaje de Navidad y la devastadora tragedia climática que arrasó 78 municipios y se llevó la vida de más de 220 personas en Valencia ha sido medular en su alocución navideña. Felipe VI ha comenzado con un recuerdo: "Las personas que perdieron la vida y los desaparecidos merecen todo nuestro respeto y no debemos olvidar nunca el dolor y la tristeza que han dejado en sus familias". Este tributo forma parte de su compromiso con los afectados tras cuatro visitas a la región con la reina Letizia (cinco para el Rey). Además, en un escenario de contienda política "atronadora", el monarca, en su rol de árbitro, ha demandado "serenidad".

El monarca ha vuelto al Palacio Real de Madrid, donde no grababa el mensaje de Nochebuena desde 2015. Ha sido su gesto para conmemorar el X aniversario de su proclamación, que celebró en este mismo lugar de Patrimonio Nacional el pasado 19 de junio. En el Salón de Columnas, donde ese día entregó las condecoraciones con la Orden del Mérito Civil, hemos visto al jefe de Estado. Para la puesta en escena, se ha escogido una fotografía que simboliza el esfuerzo, la cooperación y la solidaridad: voluntarios y miembros de las Fuerzas Armadas, junto a los afectados por la Dana.

Foto: EFE

El Rey, con traje azul marino, camisa blanca y corbata azul claro, ha pronunciado un discurso de 15 minutos y 9 segundos. 1.806 palabras. Tras el mensaje, una segunda fotografía: el posado con doña Letizia y sus hijas en los Jardines del Campo del Moro, en Madrid, por el 20º aniversario de su boda. Un gesto de familia y de unión.

Foto: Casa del Rey

En la primera parte del tributo a la Comunidad Valenciana, don Felipe ha pronunciado un discurso empático y cercano. "Miles de personas vieron cómo su pueblo, su barrio, su trabajo, su casa, su negocio, su escuela, quedaban reducidos a escombros o incluso desaparecían. Un hecho difícil de asumir, pero del que todos deberíamos poder sacar las enseñanzas necesarias que nos fortalezcan como sociedad y nos hagan crecer". También, ha puesto en valor el esfuerzo de toda una sociedad implicada en ayudar: "Vecinos, voluntarios, equipos de protección civil, bomberos, cuerpos de seguridad, Fuerzas Armadas, ONG's, y también empresas que organizaron colectas y donaciones, movilizando incluso su personal y maquinaria". La ayuda y "la colaboración de todos", ha remarcado, contribuye a que las más de 800.000 personas afectadas recuperen poco a poco "cierto grado de normalidad".

Unas palabras para dar fuerza e insuflar optimismo en las zonas devastadas. Y por encima de todo, ha instado a la unidad y a la colaboración de las administraciones implicadas, cuyo cruce de reproches en la gestión de la crisis entorpeció la respuesta eficaz e inmediata que requería tal catástrofe. El monarca ha hablado de la "frustración, dolor, impaciencia" que tanto él como su esposa vieron en sus repetidas visitas a Valencia. Sobre todo, en Paiporta, que nos dejó las imágenes más duras de los Reyes en este año que don Felipe cumple diez en el Trono. Y ha instado a "una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones". Porque "todas las emociones" -ha remarcado- "las que conmueven y reconfortan y las que duelen y apenan surgen de una misma raíz: la conciencia del bien común, la expresión del bien común, o la exigencia del bien común". Y sobre esto, el bien común, ha vertebrado su mensaje.

Una intervención circular

Hemos escuchado un discurso esperanzador y de reconstrucción con tres llamadas a ser solidarios, "a la fuerza abrumadora de la solidaridad y de la humanidad". Y también, de aliento para la resiliencia, unión y confianza para los afectados y familias de las víctimas. "Que la solidaridad que nos ha unido en los momentos más difíciles siga presente en cada gesto, en cada acción, en cada decisión. Que las ayudas lleguen a todos los que lo necesiten, para que puedan reconstruir el futuro por el que tanto han luchado", ha señalado en una intervención circular, que, como decíamos, arrancó en Valencia y que ha concluido también allí.

El bien común

Volvamos al eje vertebrador de su mensaje, el bien común, que el soberano ha repetido hasta en siete ocasiones. No solo con la mirada puesta en Valencia y en la solidaridad, sino también en su vínculo inherente con la Constitución del 78, para "preservar -ha subrayado- el gran pacto de convivencia donde se afirma nuestra democracia y se consagran nuestros derechos y libertades". Y, además, ha interpelado a las Administraciones: "Es responsabilidad de todas las instituciones que esa noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política".

Concordia y diálogo

Con una llamada a la concordia, ha animado a "cultivar ese espíritu de consenso necesario para fortalecer nuestras instituciones y para mantener en ellas la confianza de toda la sociedad". Y en este punto ha demandado serenidad: "Es necesario que la contienda política, legítima, pero en ocasiones atronadora, no impida escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad. Serenidad en la esfera pública y en la vida diaria". Y también, ha lanzado un toque de atención a la polarización política que vivimos a diario: "No podemos permitir que la discordia se convierta en un constante ruido de fondo que impida escuchar el auténtico pulso de la ciudadanía". Frente al tono bronco de las distintas fuerzas políticas, insta al dialogo, al que por cierto don Felipe ha apelado tres veces. "Un pacto de convivencia se protege dialogando; ese diálogo, con altura y generosidad, que debe siempre nutrir la definición de la voluntad común y la acción del Estado."

En lo económico

En lo económico, el Rey ha destacado que es "prometedor" observar "el comportamiento de nuestra economía, en términos, entre otros, de crecimiento, empleo o exportaciones y el nivel general de nuestro bienestar social. Y ante el futuro, los españoles tenemos un enorme potencial que nos debe infundir esperanza".

En este sentido, la economía española cerrará 2024 con un crecimiento tres veces superior a la media de la Unión Europea, nos ha dicho Pedro Sánchez. Sin embargo, la inestabilidad parlamentaria de este primer año de legislatura tras la generales del 23-J de 2023 ha venido marcada por la aritmética. Pese a los malabares del Gobierno con los Presupuestos, las cuentas no han salido. Con las de 2023 daremos la bienvenida al Nuevo Año.

Vivienda y migración

Ha sido un año cero dulce para el acceso a la vivienda, el gran escollo social, sobre todo para los jóvenes. Nueva llamada del Rey al diálogo: "Es importante que todos los actores implicados reflexionen, se escuchen unos a otros (...) y que ese diálogo conduzca a soluciones que faciliten el acceso a la vivienda en condiciones asumibles, en especial para los más jóvenes y los más desprotegidos". En materia social, también ha hablado de la migración, como "una realidad cotidiana": "Las migraciones pueden derivar, sin la gestión adecuada, en tensiones que erosionen la cohesión social". Y ha hecho un llamado al "esfuerzo de integración, que corresponde a todos, el respeto, también de todos, de las leyes y normas básicas de convivencia y civismo".

"Europa, nuestra referencia más valiosa"

En la agenda internacional, la parte más breve del discurso, el monarca ha hablado de "un escenario exterior convulso", donde "se llega a discutir la misma validez de la democracia como sistema de gobierno". Y ha sacado su lado europeísta: "Europa, la idea de Europa, es una parte esencial de nuestra identidad compartida, del legado que debemos a las generaciones venideras. En un mundo necesitado (…) de conductas inspiradas en principios y valores, Europa sigue siendo nuestra referencia más valiosa".

La juventud, la que conecta con la generación centennial de sus hijas Leonor y Sofía, ha estado presente en el mensaje navideño del monarca. Desde el paso de los jóvenes por los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, hasta su papel "en la ciencia". Y de todos los campos, ha reseñado los valores de cooperación y solidaridad. La juventud "que nos ha llenado de orgullo acudiendo en masa para dar lo mejor de sí en las calles de los pueblos afectados por la DANA".

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