
Durante la época de otoño e invierno, cuando las temperaturas son más bajas y las lluvias abundantes, es frecuente que aumenten los niveles de la humedad en casa, incluso, creando condensación en forma de pequeñas gotas en el cristal de la ventana, algo que sucede por la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del hogar.
Puede parecer que estas gotas son inofensivas, pero lo cierto es que el nivel de humedad alto en el interior de las estancias de una vivienda pueden acarrear problemas, como es el caso del moho que se acumula en las paredes, creando manchas. Del mismo modo, la ropa de cama, las toallas, las cortinas y las prendas que estén tendidas pueden coger malos olores que, luego, son muy difíciles de quitar.
Para evitar estos problemas de humedad, se puede anotar uno de los trucos caseros más tradicionales, de esos que ya usaban nuestras abuelas. No es un truco nuevo, pero es muy efectivo y, además, sencillo de hacer y que no cuesta apenas dinero, evitando así tener que comprar o hacer uso de nuevos inventos presentes en el mercado y que son mucho más costosos.
El truco del arroz y la sal
En concreto, se trata del truco del arroz y la sal, dos ingredientes caseros y que todo el mundo tiene en su cocina. Ambos alimentos son conocidos por la buena solución que presentan a la hora de absorber la humedad. De hecho, seguro que alguna vez has escuchado que, cuando un dispositivo como un teléfono móvil se cae al agua, hay que meterlo en arroz para secarlo y quitarle toda la humedad.
Pues bien, básicamente, el truco consiste en colocar un cuenco o una bolsita de tela, preferiblemente de algodón, con sal o arroz en su interior. Este recipiente se debe colocar en el alféizar de la ventana, que es el lugar más cercano al propio cristal, donde se acumulan las gotas de agua.
Eso sí, hay que tener en cuenta que habrá que renovar cada dos o tres días (dependiendo del nivel de condensación) la cantidad de arroz o de sal que se haya puesto al lado de la ventana, ya que la capacidad de absorción se ve mermada y puede perder eficacia si no se cambia frecuentemente.
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