Despierta el gigante del Mercosur: Lula da Silva reduce la pobreza en Brasil, mientras Milei lucha por alcanzar el equilibrio fiscal en Argentina

"Ningún brasileño pasará hambre", fue el pie de lucha que englobó los gobiernos previos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010). Durante este periodo, el líder del Partido de los Trabajadores consiguió dos hitos: sacar de la pobreza a 30 millones de personas y la creación de la llamada "nueva clase media". Hoy, el mandatario sigue la estela de su consigna y logra reducir la pobreza a su nivel más bajo desde 2012. Un escenario distinto del que vive el otro gigante del Mercosur, Argentina, donde la pobreza alcanza el 52,9% en el primer semestre del año, mientras Javier Milei implementa cambios radicales para alcanzar el equilibrio fiscal.

Brasil redujo la pobreza a su nivel más bajo desde 2012, al sacar de esa situación a 8,7 millones de personas en 2023, coincidiendo con el primer año del progresista Lula da Silva en el poder, informó esta semana el Gobierno del país más grande de Sudamérica y recoge EFE.

La población del país que vive por debajo de la línea de la pobreza establecida por el Banco Mundial (6,85 dólares de poder de compra al día) cayó del 31,6 % hasta el 27,4 % entre 2022 y 2023, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

La misma tendencia se registró con la población en situación de extrema pobreza (2,15 dólares al día), que cayó en el mismo periodo un punto y medio hasta el 4,4 %, también el menor nivel desde 2012 y la primera vez que se sitúa por debajo del 5 %.

En números absolutos, unos tres millones de personas salieron de la extrema pobreza en Brasil en 2023, cuando Lula sucedió a Jair Bolsonaro en la Presidencia de Brasil y retomó los programas sociales que habían sido suspendidos o reducidos en la administración anterior.

No obstante, aún hay 59 millones de personas en situación de pobreza y 9,5 millones en condiciones de extrema pobreza en el país, que cuenta con un total de 213 millones de habitantes.

Los programas sociales, fundamentales en la lucha contra la pobreza en Brasil

El IBGE afirmó en una nota que "si no existieran los programas sociales implementados por el Gobierno federal", la proporción de personas en extrema pobreza y en situación de pobreza habría subido de forma considerable hasta el 11,2 % y el 32,4 %, respectivamente.

El organismo señaló que esos programas sociales, entre ellos el subsidio 'Bolsa Familia' para los nucleos familiares más humildes que se otorga bajo una serie de condiciones, como la obligatoriedad de vacunar a los hijos, "impidieron el aumento de la desigualdad de renta en 2023".

En 2023, la mitad de las personas en zonas rurales eran beneficiarias de algún programa social, mientras que en áreas urbanas ese porcentaje se redujo hasta el 24,5 %. Además, dos de cada cinco menores de hasta 14 años vivían en domicilios apoyados por alguna de estas iniciativas.

Otro dato que muestra el impacto de esas medidas es que en 2023 el contingente de jóvenes de entre 15 y 29 años que no estudiaban ni trabajaban cayó a su menor nivel desde 2012 (10,3 millones).

El mercado laboral alivió la pobreza

Además de retomar la agenda social, el Gobierno de Lula también ha subido el salario mínimo por encima de la inflación, ha impulsado las infraestructuras públicas y concedido incentivos y líneas de créditos a sectores estratégicos, como el automovilístico o la agricultura. Todo ello ha permitido reducir los niveles de desempleo a mínimos históricos (6,2 %) y mantener al alza el consumo de las familias.

Al respecto, André Simoes, analista del IBGE señala que "el dinamismo del mercado laboral es más importante para la reducción de la pobreza y el pago de los beneficios sociales, para la extrema pobreza".

La pobreza del otro grande del Mercosur

Según detalla el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) "más de la mitad de los argentinos son pobres". El estudio revela que la pobreza llegó hasta el 52,9% en el primer semestre del 2024, es decir, un aumento de 11 puntos con respecto al segundo semestre del 2023 y desde que Javier Milei asumió el poder, en diciembre pasado. Así, la cantidad de personas pobres en el país sudamericano bordea los 25 millones.

Datos que aparecen mientras Javier Milei quiere alcanzar el equilibrio fiscal y el llamado "déficit cero", con el fin de garantizar que el Estado tenga más ingresos que gastos. En propias palabras de Milei, "el equilibrio fiscal no se negocia de ninguna manera porque es la única forma de bajar los precios, el problema más acuciante de los argentinos". Sin embargo, estos cambios han significado un duro golpe para aquellos que no pueden acceder ni a la canasta básica alimentaria.

"Hemos recibido una herencia desastrosa, de las peores de la historia argentina, producto de las políticas populistas que se han aplicado en las últimas dos décadas (en relación con el peronista Alberto Fernández, y a la gestión de los 12 años previos de kirchnerismo en el poder). Si no se evitaba la hiperinflación, la pobreza se hubiese llevado de 40% a cerca del 95% de la población. Nos dejaron al borde de ser un país con prácticamente todos los habitantes pobres", manifestó antes de la publicación del informe, el portavoz presidencial Manuel Adorni.