Qué pasó en la matanza de Atocha de 1977 en el despacho de abogados de Manuela Carmena: historia, víctimas y acusados

A finales de la década de los 70 España se encontraba en un momento muy delicado tras la muerte de Franco. En pleno proceso de transición hacia la democracia se vivieron algunos de los momentos más oscuros de estos años. Un momento de agitación en medio de un clima social convulso que tuvo como desenlace la Semana Negra de Madrid.

La matanza de los abogados de Atocha fue uno de los acontecimientos que marcó toda la Transición. Tuvo lugar el 24 de enero de 1977 en el despacho de abogados del número 55 de la calle Atocha y el objetivo era claro: dinamitar la tan ansiada Transición con la muerte del sindicalista laborista Joaquín Navarro.

Este lugar está estrechamente relacionado con Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid, quien fundó el despacho de abogados. Poco antes de que comenzara uno de los capítulos más oscuros de la historia de España, salió en dirección a un edificio cercano, donde había decidido trasladar su siguiente reunión. No han sido pocas las entrevistas en las que, hablando de este momento, ha repetido que de haberse entretenido en este lugar habría muerto como sus compañeros.

Contexto social en los años de la Transición

El año 1976 ya fue un año de gran agitación social con una gran multitud de movimientos sociales, obreros y estudiantiles que salían a la calle para alzar la voz y luchar por la democracia. Por desgracia, la represión no se había ido con la muerte de Franco y esto se tradujo en una gran actividad en los despachos laboralistas, que se cargaron del peso y la responsabilidad de luchar por los derechos laborales y sociales.

A pesar de que la agitación dominó en 1976, no tuvo ni punto de comparación con principios de 1977 con eventos que marcaron al total de la sociedad española. La ya mencionada Semana Negra comenzó a finales de enero, concretamente el domingo 23, cuando Arturo Ruiz, joven de tan solo 20 años, fue asesinado por un grupo de extrema derecha. El chico había acudido a una manifestación no autorizada por la amnistía. Las autoridades dispersaron a los manifestantes con botes de humo. El grupo de Arturo Ruiz, que huyó del lugar, terminó encontrándose con un grupo de extrema derecha que terminó con la vida del joven.

Este asesinato trajo consigo paros y concentraciones organizadas por las asambleas estudiantiles de la Universidad Complutense y la Universidad Autónoma cerca del lugar de los hechos, en plena Plaza Callao. Estas concentraciones tuvieron múltiples víctimas, como fue el caso de María Luz Nájera, de 21 años, que fue alcanzada por un bote de humo que le dio en la cabeza, quedó en coma y a las horas falleció. Nunca se supo la identidad del responsable.

La noche del 24 de enero

El desenlace final de este momento de agitación fue la misma noche del 24 de enero de 1977, cuando tuvo lugar el tiroteo en uno de los despachos de abogados laboralistas más respetados del país durante esta época. Tres pistoleros aparecieron en la calle Atocha 55 para matar a Joaquín Navarro. Sin embargo, este había salido unos minutos antes y no pudieron encontrarlo en el lugar.

Estos tres asesinos, vinculados a grupos de extrema derecha como Fuerza Nueva y el Sindicato Vertical, llegaron al despacho y terminaron con la vida de cinco personas: tres abogados, un estudiante de derecho y un administrativo. Enrique Valdelvira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz, Serafín Holgado, Ángel Rodríguez Leal y Javier Sauquillo, marido de Lola González. Además, cuatro personas resultaron gravemente heridas.

Los testigos del desastre

Los terroristas no mostraron la menor iniciativa de salir del país, ya que creían que estaban seguros gracias a sus contactos políticos. En menos de dos meses fueron detenidos y puestos a disposición judicial. En 1980 la Audiencia Nacional dictó sentencia contra García Juliá, José Fernández Cerrá y Francisco Albadejo. Tanto García como José fueron condenados a 193 años de cárcel. Albadejo por su parte recibió una condena de 73 años.