
La berenjena es un producto muy versátil en la cocina, ya sea como parte de un arroz y verduras, como berenjenas rellenas, base de minipizzas... Hay una larga lista de platos que cuentan con esta verdura morada como protagonista fundamental. Entre todas ellas, una de las que más popularidad ha ganado en los últimos años ha sido la berenjena frita.
Un plato muy sencillo de preparar que se vuelve en un indispensable para aquellas personas que echan mano de los rebozados cuando apetece algo sabroso pero sin mucha complicación.
Lo cierto es que esta manera de preparar la berenjena no es la más sana y no es aconsejable abusar de ella. Al empanarla y freírla en aceite esta absorbe mucho de este aceite, lo cual puede dejarnos con una ingesta de grasa superior al que necesitaríamos. Sin embargo, con unos sencillos trucos se podrá seguir disfrutando de esta receta de una manera mucho más saluable.
Si aprendiste esta receta de tus padres o abuelos es muy posible que estés haciendo uso de un truco propio para evitar el exceso de grasa, pero si quieres estar seguro de que estás reduciendo la grasa puedes emplear estos tres métodos para que las berenjenas absorban menos aceite sin afectar a su textura.
La primera posibilidad que te planteamos es la más sencilla: pasa las berenjenas por el horno (o en su defecto airfryer). Pasarlas unos minutos a baja temperatura no cambiará ni su textura ni su sabor, pero sí conseguirá que absorba menos aceite.
La sal es un básico en cualquier cocina y cuando se trabaja con la berenjena todavía más. Lo cierto es que es muy útil para rebajar el amargor de la verdura, pero también para evitar que el rebozado se empape de aceite. Tras hacer las láminas de espolvorea algo de sal y deja reposar media hora. De esta manera la sal habrá conseguido extraer buena parte del agua de la pulpa.
El último truco consiste en bañar las berenjenas en huevo o cerveza antes de freírlas. Así se consigue crear una capa protectora con la que evitar que el plato absorba demasiado aceite.
Estas opciones, juntas o por separado, son unas de las mejores opciones para hacer este plato más saludable sin alterar en lo más mínimo ni su sabor ni su textura.
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