
El próximo domingo 22 de diciembre de 2024 se celebra el famoso sorteo de la lotería de Navidad, un momento de mucha ilusión, que marca el inicio de las festividades navideñas, como una tradición más, donde la ilusión por los premios, la solidaridad y la alegría de recibir una buena cantidad de dinero son protagonistas entre los cientos de miles de participantes que se hayan hecho con un décimo.
De hecho, se prevé que en 2024 el gasto medio por español en este sorteo supere la cantidad del año pasado que fue de 71,67 euros. Es uno de los sorteos que consigue mayor participación a lo largo de todo el año por su tradición. Además, el premio mayor, el conocido como el Gordo, reparte 4 millones de euros a la serie, es decir, 400.000 euros por décimo premiado.
Así, en el caso de ser uno de los afortunados, pueden surgir muchas dudas: ¿Cómo sacarle el máximo partido al dinero del premio? ¿Qué impuestos tendré que pagar? ¿Invierto, amortizo hipoteca, ayudo a algún familiar? Recibir una gran cantidad de dinero de forma inesperada produce euforia y, en ocasiones, esta puede hacer que se tomen decisiones poco meditadas y emocionales. ¿Cuál es el motivo? No se valora igual el dinero si este es fruto del esfuerzo o del trabajo propio que si proviene de un premio o se trata de una herencia.
Periodo de reflexión
Lo primero que debemos hacer es mantener la calma, iniciar un periodo de reflexión sobre nuestros objetivos vitales y metas: ¿qué queremos alcanzar con ese dinero? ¿Qué queremos ser, hacer y tener? Es importante acostumbrarse a vivir con esa cantidad de más en nuestro bolsillo, ya que haber sido el premiado puede volverse en nuestra contra si no administramos bien el dinero. El objetivo de dejar pasar un tiempo es evitar tomar decisiones precipitadas, dado que en estos casos es muy común dejarse llevar por las emociones, querer darse un capricho y/o acabar haciendo una mala inversión.
Hacer este ejercicio de planificación financiera y personal nos permitirá también pensar a largo plazo, proyectar qué necesidades o preocupaciones tenemos o vamos a tener a lo largo del tiempo y contextualizar el dinero de la lotería en esos planes, ya sean personales, profesionales o familiares (en este sentido hay que recordar que la ley da un plazo máximo de tres meses para cobrar el décimo).
Para evitar tomar malas decisiones financieras y de inversión, y conseguir que los afortunados le saquen el máximo partido posible al premio, desde el equipo de Asesoramiento patrimonial de Abante han preparado este documento con los aspectos más relevantes que hay que tener en cuenta.
¿Cómo tributa el premio?
Una de las dudas más recurrentes suele ser la fiscalidad del premio. Hacienda siempre se queda una parte de este, pero solo si supera los 40.000 euros. El porcentaje por el que hay que tributar es del 20%. Por lo tanto, si toca un décimo de 'El Gordo', 400.000 euros, se tributará por 360.000 euros a un tipo del 20%. Con esto, Hacienda se quedará 72.000 euros y el premiado, 328.000 euros.
El segundo premio son 125.000 euros por décimo, de los cuales Hacienda se quedará 17.000. Y, el tercero, de 50.000 euros al décimo ganador, tendrá que pagar 2.000 euros en impuestos. Los cuartos y quintos premios, que reparten 20.000 y 6.000 euros al décimo, respectivamente, están exentos.
Es importante destacar que, a la hora de declarar, el premiado no debe hacer ningún trámite. Por ello, no se incluirá en la base imponible del IRPF, aunque sí en el apartado de ganancias y pérdidas patrimoniales no derivadas de la transmisión de elementos patrimoniales. Y tampoco tendrá impacto haber ganado el premio a la hora de solicitar ayudas públicas, becas o prestaciones de la Seguridad Social.
Además, hay otros aspectos que hay que tener en cuenta al pensar en las repercusiones fiscales de la lotería porque serán un gasto más que hará que la cuantía neta a ingresar se reduzca. Esto ocurre con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Si se quiere donar parte del premio a un familiar hay que tener presente que, si no se puede demostrar que el boleto es compartido, hay que tributar en algunas comunidades autónomas.
En aquellos casos en los que el premiado sea una compañía, empresa u otra forma jurídica de sociedad, las condiciones fiscales varían. Dadas esas circunstancias, el dinero que se hubiese ganado quedaría integrado en la base imponible del Impuesto de Sociedades, y esa misma cuantía, sería descontada de lo que saliese a pagar a la Agencia Tributaria.
Invertir para rentabilizar el dinero del premio
Una vez establecidos los objetivos vitales y entendida la fiscalidad del premio, toca hacer números. Un asesor financiero analizará la situación financiera y patrimonial del ganador para saber cuál es su punto de partida y ver si con el dinero extra del premio es suficiente para cumplir con sus objetivos o si tiene un déficit que hay que cubrir. Y en este ejercicio tendrá en cuenta no solo su situación financiera actual, su capacidad de ahorro, sus ingresos futuros o sus deudas, sino también cuándo tiene pensado jubilarse y de qué forma quiere hacerlo, su situación familiar, el incremento de la esperanza de vida y su aversión al riesgo. Con este ejercicio se podrá ver si el premiado necesita acudir a los mercados financieros y a qué tasa de rentabilidad debería invertir para cumplir sus objetivos.
La experiencia y las cifras reflejan que los españoles, por lo general, tienen un perfil conservador en cuanto a inversión y ahorro. Lo más habitual es dejar el dinero inmóvil en cuentas corrientes. Pero, además de analizar aspectos más técnicos como la fiscalidad, hay que tener en cuenta la inflación y pensar si la rentabilidad que nos ofrece el producto en concreto la supera o no.
Por eso, es muy importante saber que, si se decide no invertir el dinero, dentro de unos años se perderá poder adquisitivo, a medida que los precios se incrementen, al no cubrir la inflación. Es decir, si se tienen 328.000 euros hoy y no se invierten, pasados 20 años y contando con una inflación media anual del 2% (objetivo del BCE), ese dinero equivaldría a unos 220.734 euros (actuales). En este sentido, conviene recordar que, aunque actualmente la inflación sigue su senda bajista y en la zona euro ya se encuentra en el objetivo del 2%, mientras que en España el último dato del IPC de octubre fue del 1,8%, sigue siendo necesario rentabilizar el dinero del premio para que este no pierda valor con el paso de los años.
Para ello, el primer paso es fijar el objetivo financiero que se necesita -que viene marcado por la diferencia entre lo que se tiene y lo que se necesita-; es lo que va a determinar qué nivel de riesgo se puede asumir y qué cartera o qué activo financiero es el más adecuado dependiendo de cada casuística particular y de la foto global que se tenga a nivel patrimonial, financiero y fiscal.
Para encontrar la mejor solución para cada persona y poder gestionar de manera óptima su dinero, es necesario profesionalizar las inversiones para saber qué porcentaje se puede invertir y en qué tipo de activos. Esta decisión depende de cuáles sean sus necesidades de liquidez, el plazo del que disponga, su perfil de riesgo y sus objetivos financieros. Un asesor financiero le va a poder ayudar a trazar la estrategia de inversión que necesita y a construir una cartera de inversión adecuada y equilibrada en función de lo que necesite tener en cada tipo de activo: inversiones alternativas en activos no cotizados como, private equity, inversión en inmobiliario o en activos cotizados.
En la parte cotizada, para maximizar el dinero del premio es importante contar con carteras diversificadas, tanto por distribución geográfica, como por sectores y tipo de activos. Además, si se cuenta con un gran horizonte temporal de inversión, se puede asumir más riesgo con la inversión, lo que hará que el capital final sea mucho mayor. Por ejemplo, si se quiere superar a la inflación en 2 puntos (es decir, conseguir una rentabilidad anual media del 4%), habría que invertir en una cartera con el 50% de la inversión en renta variable. Una opción que permite diversificar, que tiene beneficios fiscales y que permite acceder a una gestión profesional son los fondos de inversión.
Amortizar la hipoteca
Al margen de la inversión, muchos premiados con la lotería suelen utilizar el dinero del premio para amortizar hipoteca, especialmente en un año como el actual en el que muchos hipotecados a tipo variable han visto cómo su cuota mensual variaba con las decisiones de política monetaria de los tipos de interés. ¿Es la mejor opción?
La decisión de amortizar no tiene por qué ser la más adecuada. Siempre hay que hacer un análisis de la situación particular para ver si la rentabilidad que podemos obtener por una inversión es mayor que el coste de financiación porque, en ese caso, no interesaría amortizar y convendría más invertir ese dinero. También, hay que tener en cuenta que, si la vivienda habitual se compró antes de 2013, existe una ventaja fiscal en el IRPF (la ley permite deducirse cada año un 15% de una cuota máxima de 9.040 euros) que puede que no interese perder.
Por ese motivo, siempre es conveniente poner todas las finanzas en perspectiva para evaluar qué opciones son las más adecuadas para cada persona, tanto desde el punto de vista financiero como fiscal, y siempre teniendo en cuenta los objetivos personales.