
En un mundo cada vez más impulsado por la tecnología y la presencia de la inteligencia artificial (IA), algunas de las principales compañías aeronáuticas del planeta están convencidas de que la automatización podría reducir la cantidad de pilotos necesarios en la cabina de mando. Para estos gigantes de la industria, la cuestión no es si los aviones volarán solos, sino más bien cuándo sucederá. Sin embargo, la visión de un futuro sin pilotos plantea interrogantes serios que van más allá de la mera eficiencia operativa, según lo plantea Jason Ambrosi, capitán de aviación y duodécimo presidente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, Internacional.
La idea de que los aviones pueden volar por sí mismos es, en gran medida, "un mito", afirma Ambrosi. A pesar de que el piloto automático ha revolucionado la aviación, sigue siendo solo una herramienta para asistir a los pilotos, "no un sustituto de su formación y juicio", agrega.
Según una publicación de Fortune donde Ambrosi expone su punto de vista, los fabricantes de aviones como Dassault y Airbus están trabajando en diseños que contemplan una cabina dominada por la tecnología, con la ambición de que un solo piloto pueda gestionar el vuelo. Esta tendencia ha generado preocupación entre los profesionales del sector sobre la pérdida de control humano.
Reduced crew and single pilot operation schemes are a gamble with safety, and a gamble with people's lives that they aren't willing to take. https://t.co/7YH8eklFH9
— Capt. Jason Ambrosi (@ALPAPresident) June 26, 2024
"La seguridad de los pasajeros debe ser la máxima prioridad en la industria de la aviación", exclama. Los pilotos, con años de experiencia, conocen bien los riesgos que conlleva confiar ciegamente en sistemas tecnológicos que aún presentan fallos. En un ámbito en el que la vida de miles de personas está en juego, "cualquier reducción en la cantidad de pilotos podría ser una línea peligrosa que no se debe cruzar", afirma el experto.
Incidentes controlados por humanos
Los incidentes recientes en la aviación han demostrado la necesidad crítica de contar con un equipo de dos pilotos capacitados. En un caso notorio, dos pilotos en un vuelo de FedEx evitaron un desastre al actuar conjuntamente para esquivar otro avión en condiciones de baja visibilidad. Del mismo modo, un episodio de descompresión en un vuelo de Alaska Airlines resaltó la importancia del trabajo en equipo en la cabina, lo que permitió un aterrizaje seguro gracias a la intervención de ambos pilotos.
A pesar de estos eventos que subrayan la eficacia del trabajo de los pilotos, algunos fabricantes de aviones continúan empujando los límites hacia el uso de más "automatización". Las historias sobre pilotos que evitan desastres no sólo son impresionantes, sino que también deberían servir como un recordatorio de que la tecnología no puede reemplazar la experiencia y el juicio humano en situaciones críticas.
Las otras motivaciones
Sin embargo, el impulso hacia la automatización de la aviación no se basa únicamente en la seguridad; detrás de esta tendencia también se esconden motivaciones económicas. "Las aerolíneas buscan aumentar la rentabilidad y reducir costes, lo que puede costar vidas si se descuida la seguridad en el camino", afirma el experto. En esta línea, encuestas recientes indican que una vasta mayoría de los pasajeros no se sienten cómodos volando sin dos pilotos a bordo, lo que refleja una preocupante desconexión entre las decisiones de la industria y las preocupaciones del público.
El papel de los pilotos va más allá de volar aviones; son esenciales para gestionar situaciones inesperadas y garantizar la seguridad y el bienestar de los pasajeros. La decisión de reducir el número de pilotos, o incluso eliminar uno por completo, parece un juego arriesgado que podría tener" consecuencias graves tanto en el aire como en la tierra", sentencia Ambrosi