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Esta es la forma en la que puedes saber si tu gato se va a llevar bien con otro: no es la posición de la cola

Dos gatos interactuando. / Foto: iStock

Los gatos tienen un carácter muy particular y, aunque son muy independientes y cada uno de ellos muestra una forma de ser diferente, lo cierto es que interactúan mucho tanto con los humanos como con el resto de gatos. De hecho, quien tenga un solo gato en casa, se puede fijar en algunos rasgos de comportamiento a la hora de juntar a su mascota con otro gato.

¿Cómo podemos saber a simple vista y en un primer contacto si los gatos se van a llevar bien o no? Pues bien, aunque lo más común es fijarse en la posición de la cola o en si los gatos empiezan a emitir algún sonido, hay otra parte del cuerpo que indica de forma prematura si los gatos se van a llevar bien o no: se trata de las orejas.

"Cuando un gato adulto quiere saludar a otro de forma cordial, se acerca con la cola levantada casi verticalmente y, en ocasiones, con la punta ligeramente inclinada hacia el animal que está saludando", empieza a explicar la usuaria Mary WildBehav, divulgadora experta en etología (comportamiento animal).

Sin embargo, es muy común que, después de este primer acercamiento, el gato frote su cabeza, el cuello o el cuerpo a lo largo del cuerpo del otro gato, olfateándole con la nariz: "Frotarse, olfatearse la nariz y acercarse con la cola levantada son comportamientos afiliativos en los gatos, o sea, comportamientos que ayudan a mantener la cordialidad y reforzar el vínculo entre individuos", prosigue.

Fíjate en las orejas de los gatos

"Ahora bien, si dos gatos han establecido una relación de dominancia y sumisión, es posible que el gato sumiso se acerque con la cola levantada, pero el dominante no. Eso no significa que el dominante vaya buscando pelea", añade. Entonces, ¿qué pasa en estos casos?

"Si dos gatos se acercan con la cola baja, pero las orejas erguidas, la probabilidad de conflicto es muy baja"

Pues bien, "en estos casos, debemos fijarnos en las orejas. Si dos gatos se acercan con la cola baja, pero las orejas erguidas, la probabilidad de conflicto es muy baja.

"En cambio, si al menos uno de los dos tiene las orejas aplanadas o hacia atrás, independientemente de la posición de la cola, la probabilidad de conflicto aumenta", concluye la experta en comportamiento animal.

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