
Las falsificaciones están causando estragos para la propiedad intelectual e industrial en el mercado nacional y representan ya casi el 3% del comercio mundial. Precisamente, este ha sido uno de los asuntos que se han abordado, entre otros tantos, en el II Foro Europeo de Propiedad Industrial, una de las grandes citas europeas para la defensa de las marcas -organizada por La Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) con el apoyo de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM)-, que ha congregado a más de 200 expertos de diversos sectores.
La presidenta de la Asociación, Rosa Tous, ha sido una de las personalidades que ha acudido a este encuentro y para quien "la marca es el intangible más importante que tiene una empresa". Tous, con una amplia trayectoria en el sector, no solo ha reivindicado durante su intervención el papel de España en la defensa de la marca; sino que, ha considerado que, precisamente, la propiedad intelectual es "una garantía de la generación de valor y el pasaporte para alcanzar propósitos futuros". Por ello, a su juicio, es importante abogar por la protección de las marcas con la finalidad de evitar las prácticas de falsificación, que suponen un parámetro negativo para la economía nacional en su conjunto.
En este punto, cabe recordar, que, tal y como recogió este periódico, anualmente los sectores de la confección, los cosméticos y los juguetes dejan de ingresar 1.511 millones de euros, un 6,7% de las ventas, y 15.044 puestos de trabajo se ven afectados por la oleada de prácticas ilícitas. No hay, en cualquier caso, ningún sector que no se vea afectado por las falsificaciones, que tienen un coste total de 7.000 millones de euros.
España es, de hecho, el segundo país por detrás de Bulgaria en la venta de falsificaciones. La Oficina de Propiedad Industrial de la Unión Europea (EUIPO) afirma que esa venta de las prácticas ilícitas conlleva un factor intencional en la compra y estima, además, que en torno al aceite de oliva, se produce un fraude cercano a los 1.500 millones de euros en el viejo continente. Así, se 'demuestra' que la subida de precios incrementa la piratería, y se sitúa como el escenario perfecto para que mafias o mercados ilícitos aprovechen la coyuntura para introducir en los comercios productos adulterados.
Esta afirmación, además, la comparte SICPA, el proveedor referente de soluciones seguras de autentificación, identificación, trazabilidad y cadena de suministro; pues, asegura que las falsificaciones representan ya el 2% del comercio mundial y que, precisamente, en España las pérdidas están incrementándose por el aumento de los precios. Por ello, desde la compañía alertan de las grandes diferencias legislativas de la Unión Europea que, consecuentemente, provoca un desequilibro en el mercado.
El empaquetado genérico del tabaco
En paralelo, otro de los asuntos en los que se ha ahondado en este II Foro Europeo de Propiedad Industrial ha sido las posibles consecuencias que podría traer consigo la legislación que plantea el Ministerio de Sanidad sobre la instauración del empaquetado genérico en el tabaco y, que, este mismo jueves ha sacado a debate público. Esta medida, según un estudio de Andema, vulnera los derechos de propiedad industrial, de libre competencia y de libertad de empresa protegidos por la legislación española. Esto genera, a su vez, inseguridad jurídica y un "peligroso antecedente" para otros sectores.
De hecho, el propio director general de la Asociación, Gerard Guiu, considera esta medida como una expropiación encubierta hacia la marca y que, entre otras consecuencias, favorece la falsificación y el comercio ilícito. Así las cosas, Guiu, además de afirmar que el empaquetado genérico supone un elemento negativo hacia la marca por la eliminación expresa de sus "atributos", ha reclamado que se consideren alternativas menos restrictivas que garanticen un equilibrio entre los distintos intereses y derechos afectados.
El empaquetado genérico no solo penaliza el esfuerzo de las empresas que abogan por una construcción sólida de una identidad de marca conforme a una cultura y valores corporativos, sino que, además, la homogenización empresarial facilita la falsificación. De hecho, un estudio realizado por Andema expone que aplicar el empaquetado genérico en el sector del tabaco supone un incremento del comercio ilegal -Australia, Francia y Reino Unido tienen tasas de consumo ilícito de entre el 20% y el 30%-, y que, además, no se puede constatar la eficacia en su objetivo de reducción de la prevalencia.