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Qué podría ocurrir con las causas judiciales que persiguen a Trump ahora que es presidente

Seguidores republicanos celebran la victoria de Donald Trump en Florida. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

A lo largo de los últimos años se han abierto numerosas causas judiciales contra el candidato republicano. Tantas y de tan diversa índole que en determinados momentos se llegó a contemplar su inhabilitación política. Sin embargo, este miércoles Donald Trump acaba de obtener un aplastante triunfo en su aspiración a la Casa Blanca.

Proclamado como 47º presidente de los Estados Unidos, cabe preguntarse qué ocurrirá con los tres grandes casos judiciales que acorralan a Donald Trump.

Primer presidente condenado

1. Nueva York: pagos irregulares para ocultar un escándalo sexual en la campaña de 2016

Antes de nada, conviene destacar que Trump es el primer presidente de la historia norteamericana que ha ganado unas elecciones tras ser imputado por un delito penal y condenado. Concretamente, Trump fue declarado culpable el pasado mes de mayo por pagos irregulares a una actriz porno para ocultar un escándalo sexual durante la campaña de 2016. De acuerdo con la Fiscalía de Manhattan, Trump participó en la falsificación de registros comerciales para encubrir un pago a la actriz porno Stormy Daniels, con quien supuestamente tuvo una aventura en el pasado, para evitar que le perjudicara en la campaña. Así, el jurado de Nueva York declaró al ahora presidente culpable de todos los cargos, un total de 34.

Por su parte, el juez del Tribunal Supremo de Nueva York que preside en caso, Juan Merchan, ha retrasado la sentencia hasta el próximo 26 de noviembre tras varias mociones de la defensa, que alegaba interferencia electoral. Trump afronta por este caso hasta cuatro años de prisión, pero los expertos apuntan que lo más seguro es que Merchan opte por una sentencia más corta que no le obligue a pisar la cárcel, la libertad condicional visitas periódicas a una corte.

Casos pendientes

2. Washington DC: instigación del asalto al Capitolio de enero de 2021

Según la acusación federal, Trump intentó revertir los resultados de las elecciones de 2020, en las que perdió frente al demócrata Joe Biden, e instigó el asalto al Capitolio por parte de una turba de simpatizantes para evitar que se certificara la victoria de su rival.

En este caso, Trump está imputado por 4 cargos: conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración contra el derecho al voto. Cargos que podrían acarrear una pena máxima que sumaría 55 años de cárcel. Tras la decisión del Supremo sobre la inmunidad parcial de Trump por los delitos que pudo haber cometido mientras ostentaba el cargo de presidente, el 27 de agosto se presentó una nueva acta de acusación que mantiene los cuatro cargos pero rebaja su contenido y las penas que acarrearía.

La jueza Tanya Chutkan no ha fijado una fecha para el juicio.

3. Georgia: interferencia en las elecciones de 2020

Según las acusaciones, Trump y 18 colaboradores presionaron a funcionarios del Gobierno de Georgia para que alteraran los resultados de los escrutinios en los comicios que el entonces mandatario perdió por poco menos de 12.000 votos.

El caso se enredó cuando uno de los aliados de Trump imputados destapó una relación sentimental entre el fiscal especial Nathan Wade y su jefa, la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis; el juez dictaminó que uno de los dos debía apartarse y Wade dimitió. La fiscal Willis ha usado contra Trump una ley especial contra el crimen organizado, llamada RICO por sus siglas en inglés, y que ha sido usada en el pasado para condenar a jefes mafiosos como John Gotti.

La acusación original contenía 13 cargos contra Trump y ese número se ha reducido a 8 tras varias desestimaciones del juez, aunque se mantiene el delito de crimen organizado, que amalgama el caso y que está penado con hasta 20 años de cárcel. El caso está estancado, puesto que Trump y otros aliados han apelado la permanencia de Willis y hasta que ese recurso no se resuelva —algo que se espera a mitad de marzo de 2025— el juez Scott McAfee no puede tomar decisiones.

4. Florida: manejo indebido de documentos clasificados

Según la acusación federal, tras dejar el poder el 2021 Trump ordenó trasladar desde la Casa Blanca a su mansión en Mar-a-Lago (Florida) decenas de cajas con recortes de periódicos, cartas, fotos y también cientos de documentos clasificados, incluida información sobre secretos nucleares y planes de ataque a otros países. Esos documentos, presuntamente, no fueron almacenados de manera segura, sino que acabaron en diferentes rincones de la mansión de Trump, como un dormitorio, un salón de baile y un baño.

El caso fue desestimado el 15 de julio por la jueza federal Aileen Cannon, quien argumentó que el nombramiento del fiscal especial Jack Smith fue inconstitucional, pero Smith solicitó el 26 agosto a un tribunal de apelaciones que el proceso sea restaurado.

En total, Trump afrontaba 40 cargos relacionados con la retención no autorizada de secretos de seguridad nacional y la obstrucción a la Justicia para recuperarlos. El futuro del caso, además, es incierto por la decisión del Supremo sobre inmunidad presidencial.

Qué cabe esperar

Hasta el momento, estas causas no han impedido a Trump presentarse. De hecho, el mandatario obtuvo un fuerte respaldo a su propósito el pasado mes de agosto, cuando el Supremo decidió concederle una inmunidad parcial por los delitos que pudo cometer mientras fue presidente.

Tras obtener el triunfo electoral sobre Kamala Harris, cabe esperar que una de las primeras medidas de Trump sea despedir a Jack Smith, el fiscal especial de Estados Unidos que encabeza la instrucción de múltiples casos criminales contra él. De hecho, durante la campaña Trump aseguró que lo despediría "en dos segundos". De colocar un fiscal general afín a los republicanos, Trump podría poner fin a varias de las causas judiciales abiertas contra él.

En caso de que alguna investigación prospere y Trump sea finalmente condenado, una supuesta absolución dictada por Trump para sí mismo quedaría en manos de la Corte Suprema. Si bien el presidente tiene potestad de otorgar indultos, nunca se ha dado el precedente de que el presidente se lo conceda asimismo.

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