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La Copa América no volverá a celebrarse en Barcelona

  • Tanto el equipo ganador como el ayuntamiento descartan una nueva edición de la regata
  • Valencia, que ya acogió la competición, gana puntos para sustituir a Barcelona
La Copa América de Vela en Barcelona. Ian Roman (America's Cup)
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Adiós a la Copa América de Vela... al menos en Barcelona. Tanto el equipo ganador de Nueva Zelanda, capitaneado por Grant Dalton, como el ayuntamiento de la capital catalana han descartado volver a acoger la regata en su próxima edición de 2026.

Fue precisamente el vencedor neozelandés quien ayer descartó su continuidad en Barcelona. "Sería difícil ampliar el número de equipos en función del espacio de infraestructura disponible en Barcelona", sostuvo en un comunicado.

"A raíz de las conversaciones iniciales con los equipos, existe un deseo colectivo de ver un crecimiento comercial continuo de la Copa América, en línea con lo que se observa en otros deportes mundiales líderes", añade el texto. El comunicado no aclara qué sede o sedes podrían acoger la siguiente regata, solo menciona que se tiene la "mente abierta" para elegir la mejor ubicación.

Sobre los datos de audiencia, reafirmó que coinciden con las cifras proyectadas antes de que comenzara la pugna por la Jarra de las Cien Guineas: "Estamos en camino de alcanzar nuestros objetivos de crecimiento de un aumento del 50% en la audiencia total de retransmisiones y medios".

En concreto, detalló que la competición atrajó 2,56 millones de asistentes entre el 22 de agosto y el 19 de octubre, durante los 59 días que duró la regata.

Versión del ayuntamiento

Por su parte, el teniente de alcalde de Economía, Hacienda y Turismo de Barcelona, Jordi Valls, ha compartido este miércoles la negativa del consistorio a mantener el evento. El cerebro económico del ayuntamiento ha hablado de una "desconexión amistosa" pactada junto a los organizadores de la Copa América, America's Cup Event (ACE).

"Tuvimos una conversación con el representante de la Copa de América ayer, y nosotros le dijimos cuál es nuestra posición", ha asegurado en una entrevista en RAC1.

Valls ha explicado que esta edición se planteó por parte de la Fundació Capital Nàutica Barcelona y el ayuntamiento como "un evento único y singular 2020-2024". En este sentido, ha matizado que en ningún caso se concibió la ciudad como un lugar estable para la competición.

Sobre las auditorías previstas, Valls ha asegurado que "cualquier evento tiene informes económicos", cuya información facilitarán de manera transparente. También ha avanzado que ACE compartirá datos sobre las cifras de broadcast. Antes de la regata se estimó un impacto económico de 1.239 millones de euros, equivalente al 0,5% del PIB catalán. Además, se habló de crear casi 19.000 empleos. El concejal de Economía ha reconocido que estas métricas no se han alcazado.

Gracias a la Copa América, Valls ha dicho que Barcelona ha podido reconectar la ciudad con el mar, reformar el litoral urbano e impulsar la economía azul, así como demostrar que es una urbe con capacidad para organizar grandes eventos mundiales.

¿Aterrizaje en Valencia?

El descarte de la Ciudad Condal vuelve a colocar en todas las quinielas a Valencia como una de las grandes candidatas para albergar la competición de vela. Tanto la Generalitat Valenciana como el Ayuntamiento de Valencia han mostrado por activa y por pasiva su interés en volver a recuperar este evento.

Tanto el presidente valenciano, Carlos Mazón, como la alcaldesa María José Catalá, ambos del PP, echaron en cara a sus antecesores no haber pujado por la sede de la competición con Barcelona para la edición de este año.

Una reivindicación que había realizado el sector empresarial local, que considera que la Copa América fue un punto de inflexión para el turismo y puso a Valencia en el mapa internacional.

La ciudad del Turia ya albergó dos ediciones. La primera transcurrió en 2007 después de que el Alinghi suizo, un país sin mar, lograse el trofeo. Valencia tuvo que pagar 90 millones de euros de canon entonces, además de comprometer inversiones por cerca de 500 millones de euros para transformar la zona portuaria más cercana a la ciudad en la actual Marina.

El hecho de contar con unas instalaciones aptas es una de las grandes ventajas de la alternativa valenciana. Aunque la deuda generada por el ente creado por el Estado, Generalitat y Ayuntamiento fue motivo de polémica en la región hasta que finalmente el Gobierno la asumió y la condonó.

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