
Este miércoles ha arrancado en la ciudad rusa de Kazán la cumbre de los BRICS, una reunión anual entre los máximos mandatarios —o sus enviados— de varios países. En esta ocasión, a la cumbre han asistido representantes de nueve países y, como particularidad, también contará con la presencia del secretario general de la ONU, António Guterres.
Como países asociados, Brasil, China, Egipto, Emiratos Árabes, Etiopía, India, Irán, Rusia y Sudáfrica tratarán asuntos globales, incluyendo los conflictos armados en los que están inmersos algunos de los invitados —Ucrania y Oriente Próximo—.
Para este encuentro, los analistas creen que Putin intenta mostrar al mundo que Rusia no está tan aislada como pretende Occidente, al tiempo que allana el camino para la forja de una nueva mayoría mundial que desafíe la hegemonía de Estados Unidos.
11º cumbre de los BRICS
El grupo BRICS fue fundado en 2006 por cinco países (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), con la intención de aglutinar a las economías emergentes. De hecho, este grupo pretende ser, a grandes rasgos, una especie de contrapartida al G7, el grupo de potencias económicas occidentales formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
De acuerdo con los datos del Banco Mundial, el grupo de los BRICS representa al 45% de la población frente al 10% de población representada en el G7. A nivel económico, el G7 incorpora el 43% de la economía mundial, mientras que los BRICS, menos de un tercio. Sin embargo, se espera que el grupo de economías emergentes aumente su peso en los próximos años.
Desde su fundación hasta 2023, el grupo únicamente ha contado con estos cinco miembros. No obstante, en enero del año pasado se amplió a nueve, dando cabida a los cuatro países restantes (Irán, Egipto, Emiratos Árabes y Etiopía), si bien el conjunto sigue manteniendo el nombre original.
Estas incorporaciones podrían no ser las únicas, puesto que en la cumbre presente, una vez concluya la reunión de los nueve países, está previsto que los líderes BRICS se sienten en una mesa junto con los representantes de otros veinte países, invitados al evento al mostrar interés en unirse al grupo. Entre ellos, figuran algunos como Turquía, Bolivia, Venezuela o Nicaragua. Incluso ciertos países como Cuba han manifestado públicamente su intención de adherirse al grupo.