
Los números que aparecen en el dial del frigorífico pueden resultar confusos, ya que a veces se piensa que indican directamente la temperatura del interior del refrigerador. Sin embargo, en la mayoría de los frigoríficos, estos números en realidad representan la potencia de enfriamiento que regula el sistema, y no la temperatura exacta en grados.
En general, cuanto más alto sea el número en el dial, mayor será la potencia de enfriamiento. Por ejemplo, en un dial numerado del 1 al 5 o del 1 al 7, el número 1 suele representar la mínima potencia, lo que significa que el refrigerador no enfría tanto, mientras que el número más alto (5 o 7) indica la máxima capacidad de enfriamiento. Esto no es lo mismo que configurar el frigorífico a una temperatura específica; en realidad, el frigorífico funcionará más intensamente para bajar la temperatura cuando se seleccione un número más alto.
¿Cómo ajustar correctamente la potencia?
Para mantener la comida en buen estado, la temperatura interna ideal del frigorífico debe estar entre 3°C y 5°C, y el congelador debe mantenerse por debajo de -18°C. Si tu frigorífico tiene un dial numérico sin una escala de temperatura exacta, la mejor opción es usar un termómetro para alimentos y comprobar si la temperatura interna se encuentra dentro del rango adecuado para ajustar en dial en consecuencia.
¿Cuáles son las partes más frías?
En un frigorífico, las partes más frías suelen estar en los estantes inferiores, cerca de la pared trasera, ya que es ahí donde el aire frío tiende a acumularse. Estas zonas son ideales para almacenar alimentos altamente perecederos que necesitan mantenerse a temperaturas más bajas, como carnes, pescados y productos lácteos. El cajón inferior destinado a frutas y verduras suele estar diseñado para conservar la humedad, lo que ayuda a mantener frescos productos como lechugas, zanahorias y manzanas.
Por otro lado, las partes menos frías del frigorífico, como los estantes superiores y las puertas, están expuestas a más variaciones de temperatura. Aquí es recomendable colocar alimentos menos delicados, como bebidas, salsas, conservas o huevos. Las puertas, en particular, reciben más aire caliente cada vez que el frigorífico se abre, por lo que no es un buen lugar para productos que requieren una refrigeración constante, como la leche.