El Gobierno de Nicolás Maduro realiza un nuevo movimiento que aviva todavía más la crisis diplomática entre Caracas y Madrid. El ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, comunicó a través de su canal de mensajería de Telegram que convocaría al embajador español en Caracas, Ramón Santos Martínez, a comparecer ante el ministerio ante las "insolentes, injerencistas y groseras" declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que se refirió al gobierno bolivariano de Maduro como "dictadura". Asimismo, Gil también llamó a consultas a la embajadora venezolana en Madrid, Gladys Gutiérrez.
El jefe de la diplomacia venezolana difundió por las redes sociales que las declaraciones de Robles "apuntan a un deterioro de las relaciones entre ambos países", de ahí que quiera mostrar su malestar ante el representante diplomático de España en su país.

Al mismo tiempo, también anunció que la convocatoria del representante diplomático a comparecer este viernes ante la sede del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores sería para comunicarle una amonestación.
Estos movimientos diplomáticos son la rutina habitual cuando se produce una crisis entre dos países. La llamada a consultas y la convocatoria de representantes diplomáticos se vivió recientemente con Israel tras la postura del Gobierno con respecto a su actuación en la guerra de Gaza. Son interlocuciones que se establecen para que un país que está molesto con otro comunique su malestar al respecto de una acción concreta, en este caso Venezuela con España. Al mismo tiempo, el país llama a consultas al jefe de la misión diplomática, en este caso en Madrid, para que se persone en la sede de Exteriores y así informar de todos los asuntos y dar instrucciones particulares.
Este mismo viernes por la mañana, el ministro de Exteriores del Gobierno de España, José Manuel Albares, evitó hacer una valoración de esta decisión de llamar a consultas al diplomático español en declaraciones a Radio Nacional de España, recogidas por elEconomista.es. El jefe de la diplomacia española explicó "Convocar a un embajador y llamar a consultas son decisiones soberanas de cada Estado y, por tanto, no hay nada que comentar", sentenció Albares.
Lo que sí dijo es que desde su Ministerio están trabajando "para tener las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela". Albares habló de "relaciones fraternales" con los países de América Latina. Albares tampoco quiso entrar a valorar las declaraciones de su colega, Margarita Robles, acerca del Gobierno de Maduro. "El ministro de Asuntos Exteriores no es un catedrático de Derecho Constitucional, ni un politólogo. Somos la última persona que tiene que entrar en cualquier tipo de calificativo. Venezuela es un país hermano con el que España quiere tener las mejores relaciones", aseveró.
Lo que sí criticó Albares fue la Proposición no de Ley del Partido Popular (PNL), que salió adelante en el Congreso gracias a los votos de Vox, Coalición Canaria, UPN y PNV, en la que se insta al Gobierno a reconocer al opositor venezolano, Edmundo González, como ganador de las elecciones del pasado 28 de julio. Aseguró que es una propuesta "irresponsable". En este sentido, recordó que "solo hay dos países en el mundo que reconocen a Edmundo González como presidente electo, que son Ecuador y Panamá. Ha habido otros dos países que lo hicieron y se han retractado, es una decisión que nadie ha tomado".
En este sentido, reiteró que el Partido Popular "no apoya a los venezolanos, se apoya en el sufrimiento de los venezolanos para atacar al Gobierno". Actualmente, Edmundo González está en España después de que el Gobierno de Pedro Sánchez aceptase su solicitud de asilo, algo que también había solicitado el Partido Popular.
El ministro de Exteriores remarcó que la postura del Gobierno de España ha sido "muy clara desde el primer momento. Nosotros solicitamos que se exhiban las actas para que lo que queremos de verdad es que la voluntad democráticamente expresada por los venezolanos se reconozca y se lleve a la práctica".
Al mismo tiempo, reiteró que están trabajando "por una posición común de la Unión Europea" y de manera conjunta con otros países de Latinoamérica. Albares aseguró que está en contacto "muy a menudo" con su homólogo brasileño, Mauro Vieira.
Por el momento, las tensiones diplomáticas entre ambos países no deja de crecer. Este mismo miércoles, el Parlamento de Venezuela, de mayoría chavista, propuso una resolución para instar al Gobierno de Maduro a "romper todas las relaciones" diplomáticas, consulares, comerciales y económicas con España. "Que se vayan de aquí todos los representantes del Gobierno del Reino de España", dijo el presidente de la Asamblea Nacional, el oficialista Jorge Rodríguez.
Pero esta propuesta va más allá y pide que se rompan "todas las actividades comerciales de empresas españolas sean cesadas de inmediato". Según los últimos datos del ICEX, el stock de inversión española en Venezuela ascendía a 508 millones de euros y un total de 60 multinacionales de distintos sectores operan en el país.