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La arquitecta de 27 años que compró una máquina de coser de 100 euros para iniciar un trabajo secundario: factura más de 100.000 euros al año

Foto: elEconomista.

En junio de 2022, con una máquina de coser de 100 euros y un improvisado taller en su piso, Olivia Cleary se enfrentaba a un reto monumental: confeccionar 20 bufandas de poliéster a pocos días de lanzar su negocio secundario. Entre sus responsabilidades como diseñadora arquitectónica a tiempo completo, dedicaba noches enteras a coser, trabajando de 7 de la tarde a medianoche y de 5 a 8 de la mañana hasta que finalmente logró dar vida a sus creaciones.

Hoy, el esfuerzo ha dado sus frutos. The Clearly Collective, la marca que nacía en medio de tornados de tela y creatividad, ha alcanzado ingresos anuales que superan los 100.000 euros en octubre de 2023. La trayectoria de Cleary es un testimonio del poder de la dedicación y de cómo la viralidad de TikTok puede catapultar un sueño empresarial.

De estudiante de arquitectura a empresaria

Graduada en 2020 de arquitectura en la Universidad de Virginia, Olivia no solo aprendió a diseñar edificios, sino que también cultivó su espíritu emprendedor. En plena pandemia de COVID-19, comenzó un proyecto alquilando mesas de madera que ella misma fabricó. Con el tiempo, renombró su iniciativa como Backyard Banquet, aunque la falta de rentabilidad y las limitaciones logísticas la llevaron a cerrar ese capítulo en 2021. Sin embargo, la experiencia fue la semilla que germinó su confianza para monetizar su creatividad.

Buscando un nuevo enfoque, Cleary comenzó a experimentar con diseños personalizados en prendas de vestir y eventualmente se inclinó hacia las bufandas de poliéster. Fue en ese momento cuando la fusión de arquitectura y diseño empezó a tomar forma. Con la ayuda de TikTok, su primer diseño emblemático inspirado en la rotonda de la UVA se volvió viral, lo que generó una avalancha de pedidos.

El éxito en el mundo del lujo y en los JJOO de París 2024

Con el crecimiento de su negocio, Cleary decidió invertir en calidad. Tras probar varios fabricantes, eligió uno que le permitió cambiar a materiales de seda premium, lo que elevó el precio inicial de sus bufandas de 45 a 135 euros. Este cambio no solo respondió a la demanda del mercado, sino que también convirtió a The Clearly Collective en un negocio rentable.

Las colaboraciones con marcas reconocidas como McLaren y Bacardi, así como la inclusión de sus bufandas en bolsas de regalo del Comité Olímpico de Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de París 2024, marcan hitos importantes en su carrera. Cleary atribuye su éxito a la capacidad de incorporar la esencia de las comunidades en sus diseños, transformando monumentos en accesibles piezas de moda.

Actualmente, su pequeña empresa cuenta con un equipo reducido y Olivia tiene en mente expandir su personal para seguir creciendo. "Cuando empecé, no sabía que esto era algo que podía hacer. Soy solo una chica de Boston, sin vínculos en el mundo de la moda. Nunca imaginé que podría declarar que soy diseñadora de marcas de lujo", comparte con una sonrisa a CNBC Make It.

Un futuro prometedor

Cleary continúa estableciendo conexiones con nuevas marcas y diversificando su oferta, mientras sus diseños siguen atrayendo la atención no solo a nivel nacional, sino también internacional. La historia de Olivia Cleary es un recordatorio inspirador de que, con determinación, creatividad y un toque de viralidad, es posible convertir un sueño en una fructífera y rentable realidad.

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