"Saber inglés te abrirá todas las puertas". Esta es una de las frases que más hemos escuchado. Y es que no es de extrañar cuando, según los datos de Statista, en 2023, el inglés era el idioma más hablando, con más de 1.400 millones de hablantes a nivel global. El inglés se usa en todos los ámbitos, desde el ocio hasta el mundo laboral, siendo ya, casi, un requisito indispensable a la hora de encontrar trabajo.
Sin embargo, a los españoles nos cuesta un poco más aprender este idioma y animarnos a usarlo en el día a día. De hecho, a pesar de las inversiones masivas, el nivel medio de los españoles está estancado desde 2015. Tal y como apunta el informe EPI 2023 (English Proficiency Index), España está a la cola de los países europeos en lo que a dominio de inglés respecta, ocupando la posición 25 de 34 regiones, y a nivel mundial la 35 de 113.
Mientras que Países Bajos, encabeza tanto el ranking mundial como el europeo. Si se desglosan los datos de España por Comunidades Autónomas, Asturias, Galicia y Madrid son las que tienen el nivel más alto de inglés de la península, y sobre todo, las ciudades de Vigo, Gijón y Oviedo que se llevan la máxima puntuación. Por edades, los jóvenes entre 18 y 20 años han sufrido un descenso de su nivel de inglés desde 2015, situándose ahora en un nivel medio. Todo lo contrario ocurre con los adultos (entre 31 y más de 40 años) que han elevado su nivel. Esto rompe con la cultura popular de que a los adultos les cuesta más aprender un idioma. "En un entorno óptimo de aprendizaje, un adulto necesita unas 150 horas de formación y práctica para subir un nivel. Esto significa que, con dos horas de clase de inglés a la semana, un principiante necesitaría tres años para conseguir el nivel B1", apunta el informe EPI 2023.
No obstante, hay que tener en cuenta que no todos los españoles tienen las mismas oportunidades ni las mismas capacidades para poder acceder a la formación. "La mayor parte de las personas que aprenden inglés adquieren los conocimientos básicos en centros de enseñanza formal. Por lo tanto, la desigualdad en el acceso multiplica la desigualdad, frena el potencial y se hereda de una generación a otra", concluye el estudio.
Pero, ¿por qué no se enseña bien el inglés? Uno de los grandes problemas es la falta de motivación a la hora de impartir las clases. "Una reforma ambiciosa de los planes de estudios debe empezar por la formación del profesorado", destaca el informe. Más allá del nivel, a los profesores les falta formación sobre comunicación, fundamental a la hora de trasmitir los conocimientos. Otro de los grandes obstáculos a la hora de aprender inglés es la falta de incentivos para practicar la expresión oral. "Una de las opciones más interesantes es enseñar al alumnado a utilizar los medios de comunicación en inglés y los espacios sociales para mejorar sus competencias de forma autónoma", destaca la investigación EPI 2023.
Todavía queda mucho por hacer y mucho margen de mejora en el nivel de inglés de los españoles. Algunas de las recomendaciones que recoge este informe son la necesidad de alentar a los alumnos para que traten de aprender inglés fuera del horario de clase. Además, se plantea la posibilidad de dar incentivos a aquellos estudiantes que hablen inglés, sin necesidad de poner el foco en los errores.
Por otro lado, no hay que perder de vista la metodología. "Es necesario crear un programa de refuerzo de inglés para ayudar a todo aquel que se quede atrás", destaca el EPI 2023. Asimismo, es fundamental que el dominio del inglés sea un requisito en todas las carreras universitarias. El interés por un idioma no solo se inculca en las aulas, sino que también debe ser un trabajo que se realice en los hogares. Algunos de los consejos que comparte el informe son: estudiar en sesiones de una hora como máximo y descansar, establecer objetivos específicos y alcanzables, memorizar el vocabulario para el trabajo y empezar a usarlo, practicar la parte oral (aunque sea leyendo un libro en voz alta) o ver la televisión y escuchar la radio en inglés.
La Inteligencia Artificial está en todas las áreas de nuestra vida, por lo que en la educación no iba a ser diferente. El informe destaca que "la IA generativa puede emplearse como tutor lingüístico personal y corrector de textos si se enseña a los alumnos a usarla de esta forma"; sin embargo, otro estudio resalta lo contrario.
Según Business English 2024, elaborado por Twenix, 9 de cada 10 estudiantes de inglés admiten que prefieren aprender con un profesor y no con la IA, a pesar de herramientas como ChatGPT, los traductores en línea o los asistentes de voz. En palabras del consejero delegado de Twenix, Jorge Moreno, "el uso de las inteligencias artificiales nos puede ayudar a hacer las tareas más rápido y a generar mejor feedback, pero no sustituye a la conexión humana, la práctica oral y la inmersión cultural que te ofrece el aprender de un profesor. Son aspectos fundamentales que solo se pueden experimentar a través de la interacción con seres humanos".