Las freidoras de aire han conquistado cocinas en todo el mundo, prometiendo la elaboración de alimentos saludables. Al igual que el impacto que tuvo el microondas en su momento, estos aparatos han proliferado en numerosos hogares, convirtiéndose en un electrodoméstico casi imprescindible.
A pesar de los beneficios que ofrecen las freidoras de aire, como la posibilidad de cocinar con menos grasa y calorías, es crucial que los consumidores tomen precauciones adicionales.
Es esencial seguir las instrucciones del fabricante, mantener el aparato limpio y no sobrecargar la cesta para evitar riesgos de sobrecalentamiento.
Cómo limpiar la freidora de aire
- Para limpiar correctamente la freidora de aire, desenchufa el aparato y espera a que el cajón y el recipiente se enfríen.
- Evita los choques térmicos que podrían dañar el revestimiento.
- Utiliza detergente neutro y una esponja suave para limpiar el cajón y el bol, que puede sumergir en agua caliente durante cinco a diez minutos para limpiar la grasa.
- Si es necesario, utiliza un cepillo suave para eliminar los residuos. Sécalos con un paño limpio o una toalla de papel y no los guardes húmedos.
- El exterior puede limpiarse con un paño húmedo y detergente neutro, teniendo cuidado de no eliminar las marcas.
- El cajón y la cubeta son aptos para el lavavajillas, lo que facilita su limpieza.
- Evita limpiar el interior, donde se encuentran la resistencia eléctrica y el ventilador, para no dañarlos.
- Lava la freidora de aire después de cada uso para mantener la eficiencia y facilitar el mantenimiento.