Barcelona
Después de toda una vida en el "sector público", como él mismo reconoció en su discurso de investidura, Salvador Illa saltó a la primera línea mediática como ministro de Sanidad durante la pandemia. El dirigente socialista ocupó durante meses portadas y horas de televisión durante meses que le hicieron valedor de ser el escogido por los socialistas para derrotar al independentismo en Cataluña. Salió vencedor aprovechando la desmovilización del soberanismo y este jueves fue oficialmente ya escogido presidente de la Generalitat.
Salvador Illa (1966, La Roca del Vallès) se impuso en los comicios del pasado mes de mayo tal y como vaticinaban las encuestas. Fue la culminación de una trayectoria política que arrancó en 1987 al convertirse en concejal de Cultura de su localidad, primero como independiente y en 1995 ya en las filas del PSC, cuando fue nombrado alcalde. Ocupó el cargo hasta 2005, un periodo en el que se construyó el popular centro comercial La Roca Village, uno de los más exclusivos de Cataluña, o el campo de golf del municipio.
A comienzos de siglo se le nombró también director general de Infraestructuras del Departament de Justícia de la Generalitat. En 2010 asumió cargos en el Ayuntamiento de Barcelona y en 2016 fue escogido secretario de Organización del PSC. Dos décadas de cargos intermedios y municipales hasta que, en 2020, antes de la pandemia, Pedro Sánchez le nombró ministro de Sanidad.
Con apenas semanas al frente del gabinete tuvo que hacerle frente a la pandemia, aunque solo estuvo un año en el puesto. Sus ruedas de prensa para dar las últimas actualizaciones sobre el coronavirus fueron su puerta de entrada al gran público español. Su periplo fue breve, apenas un año, pero en 2021 ya se presentó como candidato a las elecciones de la Generalitat. No resultó escogido, por lo que tuvo que esperar tres años hasta cumplir la misión que se le había designado.
Un largo camino en la política para un licenciado en filosofía por la Universitat de Barcelona que apenas tiene recorrido en la empresa privada. En su haber figura haber sido director general de la productora audiovisual Cromosoma, especializada en series infantiles y que anteriormente había sido la responsable de la popular Les tres bessones y director de exportaciones de la empresa de plásticos Intermas
Le valió haber cursado un Máster en Economía y Dirección de Empresas en IESE, una de las escuelas de negocio más selectas de Cataluña y afiliada a la Universidad de Navarra.
Este perfil, vista la deriva de Junts, le ha valido para ser percibido como el candidato preferido del empresariado catalán. Las grandes patronales no dudaron en expresar en privado su preferencia por el candidato socialista frente a la desconfianza hacia la antigua Convergència o la distancia ideológica con ERC.
La visión empresarial le procede de Josep, trabajador de la industria textil, que trabajaba en la fábrica de Textiles y Bordados de La Roca del Vallés. La madre, dedicada al hogar, también tenía un pequeño taller textil. Ambos tuvieron tres hijos: Salvador, Ramón y José María.
Sin embargo, su actividad profesional también generó algunas dudas, especialmente por su gestión del coronavirus. Como ya explicó elEconomista.es, su nombre ha estado vinculado con el caso Koldo, en el que se denuncia que una empresa ligada a Sanidad había sido favorecida por adjudicaciones de mascarillas. Además, se investigan pagos por más de 200 millones de euros a empresas de Hong Kong o compras de material por encima del precio o que nunca se llegaron a recibir.
El Salvador Illa más personal
Pero más allá de su actividad profesional, el Salvador Illa persona se destaca como un corredor aficionado, que no renunció a su afición ni durante el coronavirus. "Durante la pandemia salía a correr por Moncloa", dijo en una entrevista a la Cadena Ser, refiriéndose a las primeras semanas después de los confinamientos más severos.
Además, el PSC explicó cuando fue nombrado candidato que es trataba de un "lector voraz de ensayo". Suele veranear en la Costa Brava y en la localidad de Palamós.
Formado en instituciones religiosas, se considera católico y está casado. Y aunque admite que no es de ir a misa a diario, en marzo de 2024 se reunió con el papa Francisco para abordar la convivencia en Cataluña.