
El próximo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, insistió este jueves en el modelo de "financiación singular" para Cataluña. El llamado concierto económico, que desde el PSOE se trata de encajar dentro de una modificación general del régimen común, fue uno de los puntos claves del acuerdo entre ERC y socialistas para desencallar la investidura del dirigente. Y a tenor de lo expuesto por el exministro de Sanidad parece ir más encaminado hacia la singularidad.
En su comparecencia inicial, Illa destacó que el pacto "es un paso substancial y necesario para el autogobierno" y añadió que el acuerdo alcanzado con ERC y comuns son solamente de investidura y no de gobernabilidad.
El dirigente, eso sí, añadió que esta financiación no debería ir en detrimento de la solidaridad con el resto de territorio. No insistió más en este ámbito debido a las tensiones que genera tanto en las formaciones partidarias del sí y las del no. Sí incidió en la voluntad de hacer Cataluña una "nación abierta, plural y diversa" en el marco de una España plurinacional y federal.
El discurso de Illa no tuvo excesivo peso económico en una jornada marcada por la búsqueda de los Mossos d'Esquadra a Puigdemont. El líder socialista defendió la aplicación de la ley de amnistía de forma "rápida". "Quiero expresar mi voluntad y la de mi grupo de que se restablezca íntegramente los derechos de todos los ciudadanos y formaciones, la aplicación de la vigente ley de amnistía", dijo.
No obstante, sí tuvo tiempo para destacar su intención de reimpulsar los servicios públicos y buscar una reindustrialización verde del territorio; la "tercera transformación de Cataluña", dijo. Llegaría tras las lideradas por Jordi Pujol (la primera) y José Montilla y Pasqual Maragall con sus dos tripartitos (la segunda).
Además, señaló que impulsará las infraestructuras puestas en marcha por el anterior Ejecutivo para hacer frente a la sequía, afrontar la crisis de acceso a la vivienda y afrontar el auge de las viviendas turísticas y de temporada. "El acuerdo creo que marca un antes y un después ya no sólo para la vivienda en Cataluña o España, sino para toda Europa", dijo a la portavoz de los comuns, Jessica Albiach.
También hizo referencia a "coser Cataluña de trenes" y anunció que pretende ampliar la plantilla de los Mossos d'Esquadra hasta los 22.000 agentes para el año 2030.
Ya en el turno de respuestas, Illa sí emplazó a las formaciones que le dieron los votos para ser presidente a avanzar en ámbitos como las renovables, campo "en el que todavía queda mucho trabajo", admitió. "Es importante también que haya unos salarios mínimos que permita unas condiciones de vida notables", añadió.
"Una Cataluña plural y diversa"
Illa, que durante toda la comparecencia no hizo referencia alguna a Puigdemont, admitió que tenía solamente una mayoría para ser investido y no para gobernar. Por ello, señaló a ERC y comuns como socios preferentes, pero se abrió a dialogar con todos los partidos a excepción de Vox y Aliança Catalana.
En su discurso, de hecho, ERC le advirtió de la fragilidad del acuerdo y que su sí era crítico. "Soy consciente de ello y me lo tomo como un estilo; me gusta acabar los viajes con quienes los empiezo", respondió Illa
Con la coalición de izquierdas destacó los acuerdos alcanzados por ERC para potenciar el uso del catalán o los pactos con comuns en materia de vivienda. "Tan ambiciosos como factibles", definió.
Además, reconoció el trabajo hecho por el Gobierno de Pere Aragonès, a pesar de las críticas vertidas durante su mandato. "El país está hoy mejor", destacó y dijo que su voluntad es aprovechar lo construido en los últimos años por el Ejecutivo.