Barcelona
Fumata blanca en la sede de ERC. Tras una reunión maratoniana de más de diez horas, la ejecutiva de la formación independentista ha avalado un principio de acuerdo con el PSC para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
Como adelantó elEconomista.es, el pacto incluye un "concierto económico solidario" que sacará a Cataluña del régimen común de financiación y cederá a la Generalitat la gestión del 100% de los impuestos. El modelo se diferenciará del cupo vasco en que mantendrá una cuota de solidaridad con el resto de regiones. La reforma tendrá un calendario de implementación gradual hasta 2026.
El preacuerdo incluye una batería de compromisos con otras medidas como, por ejemplo, la creación de una consejería de políticas lingüísticas para fomentar el catalán.
Pese al visto bueno de la cúpula de ERC, liderada por su secretaria general, Marta Rovira, el documento deberá superar el examen de la militancia del partido en una consulta que se celebrará el próximo viernes, 2 de agosto. La organización cuenta con unos 8.700 afiliados.
El PSC también ha reunido este lunes a su ejecutiva en un encuentro que apenas ha durado 45 minutos, mientras los máximos dirigentes de ERC seguían encerrados para valorar si aceptaban el acuerdo alcanzado con los de Illa. Al término de la reunión, ningún portavoz socialista ha hecho declaraciones.
Modificación de la LOFCA
En rueda de prensa, la portavoz de ERC, Raquel Sans, ha declarado que se trata de un "preacuerdo muy positivo" en "cuatro carpetas: resolución del conflicto político, soberanía fiscal, reconocimiento nacional y lengua y, finalmente, políticas republicanas".
"El preacuerdo que hemos alcanzado tiene avances en las cuatro carpetas, pero sobre todo en la financiación singular. Es una reivindicación histórica para avanzar en soberanía. Tener la llave de la caja, recaudar el 100% de los impuestos era un elemento fundamental y lo debíamos garantizar", ha dicho. Actualmente, la Generalitat tiene cedidos el 50% del IRPF, el 50% del IVA y el 58% de los impuestos especiales.
También ha aclarado que el cambio de modelo viene acompañado de "garantías" en forma de "cambios legislativos", específicamente de una reforma de la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas (LOFCA). Así se hará para que el sistema se mantenga en el tiempo "independientemente de quién gobierne en el Estado".
Por cierto, Sans ha dicho que "no le cabría en la cabeza" que Junts se opusiera a una actualización de la LOFCA. Para reforma cualquier ley orgánica como la LOFCA se necesita una mayoría de 176 votos en el Congreso de los Diputados.
Sans no ha mencionado apenas el consorcio tributario defendido por el PSC, sino que se ha referido exclusivamente al desarrollo de la Agencia Tributaria de Cataluña ya existente. En este sentido, ha reiterado que será este órgano el que "gestionará, recaudará, liquidará e inspeccionará todos los impuestos" a medio plazo. Ha puesto como ejemplo el IRPF y aseguró que "la renta en 2026 se recaudará ya en Cataluña".
En manos de la militancia
Las conversaciones entre ambas formaciones se intensificaron durante la semana pasada y se han alargado hasta este mismo lunes, cuando los equipos negociadores aún seguían intercambiándose documentos con modificaciones de última hora sobre las materias bajo discusión.
Ambos grupos eran conscientes de que debían resolver los tira y afloja cuanto antes no solo por el tic-tac del reloj electoral --si no hay investidura antes del 25 de agosto se convocarán de forma automática nuevas elecciones en Cataluña--, sino también por el propio ultimátum del 31 de julio planteado por los republicanos.
La formación independentista necesitaba cerrar cuanto antes un principio de acuerdo para hacer pedagogía del mismo entre sus bases y esgrimirlo como una victoria frente a Junts, que en las últimas semanas ha intentado desgastar a su principal competidor en el ámbito secesionista por acercarse al PSC. Si los afiliados de ERC bendicen la entente, lo más probable es que Illa se convierta en president durante la semana del 5 de agosto.
Aunque en las últimas semanas la corriente crítica de la organización, favorable a repetir elecciones y acercarse a los posconvergentes, ha ganado adeptos en plena convulsión interna --debe recordarse que tanto Pere Aragonès como Oriol Junqueras han dado a un paso a un lado--, las fuentes consultadas no esperan que puedan imponerse en una votación diseñada por la misma ejecutiva que ha pactado con los socialistas.