El presidente Pere Aragonès abandona la primera línea política. En una breve comparecencia, el dirigente de ERC ha anunciado que dará un paso atrás y no tomará su acta de diputado en la próxima legislatura.
En las elecciones del 12-M, el partido se ha dejado 13 escaños respecto a los comicios de 2021 y ha perdido el liderazgo del espacio independentista al quedar por detrás de Junts per Catalunya.
Respecto a los posibles pactos post-electorales, el dirigente ha declarado que los republicanos han decidido "asumir nuestro papel en la oposición", dejando en el aire su apoyo a un tripartito de izquierdas liderado por Salvador Illa.
Ahora bien, está por ver qué decidirá la formación tras la salida de su líder. Una eventual repetición electoral, que se produciría si ERC no diera su apoyo al PSC, podría descalabrar aún más al partido en las urnas.
Por otro lado, ERC también tendría la llave de la Generalitat si se decantase por acercarse a los de Puigdemont. Un posible acuerdo independentista entre Junts, ERC y la CUP, que solo saldría adelante con la abstención de los socialistas y hoy por hoy se antoja complicada, también exigiría que los republicanos tomaran posición.
Reproches a PSC y 'Junts'
El president ha atribuido la debacle de ERC al "bloqueo permanente" que a su juicio han ejercido tanto socialistas como posconvergentes y que ha impedido "tirar adelante las transformaciones que estábamos impulsando desde el Govern".
Además, Aragonès ha defendido la "estrategia de la negociación para resolver el conflicto político entre el pueblo de Cataluña y las instituciones del Estado español".
Ponsatí también se va
Quien también ha anunciado que da un paso atrás ha sido la exconsejera de Educación Clara Ponsatí. La todavía eurodiputada formó ticket electoral con Jordi Graupera en la formación de nuevo cuño Alhora, que se presentaba por primera vez a las elecciones. Los malos resultados del partido, que ha conseguido menos del 0,5% de los votos, han llevado a Ponsatí a anunciar su retirada de la primera línea política.