El Partido Popular quintuplica su representación en Cataluña. Impulsado por la desaparición de Ciudadanos y la campaña realizada por Alejandro Fernández, la formación vuelve, tras años de irrelevancia, a protagonizar una noche positiva a nivel electoral. De hecho, los populares adelantan incluso a Vox por cuatro representantes con algo más del 95% escrutado.
Las urnas arrojaron un crecimiento generalizado de las derechas en Cataluña, con Comuns, CUP y ERC a la baja, Vox estancado y la expansión de PP, Junts y Aliança Catalana.
Los populares presumían con el 95% de tener 15 diputados frente a los tres que había cosechado en los comicios autonómicos de 2021. Vox, por su parte, se quedó en 11 representantes y perdió la cuarta posición en el hemiciclo.
Ya en su llegada a la sede electoral popular, el candidato Alejandro Fernández celebró que las sensaciones eran "muy buenas", algo que también recalcó Dolors Montserrat, candidata a las europeas y jefa de campaña de las autonómicas. Los populares además se muestran penalizados por la ley d'Hondt al concentrar la mayor parte de los votos en Barcelona.
Con el 50% escrutado, Montserrat compareció ante la prensa para celebrar que "el PP ha vuelto" y dijo que la formación es "el partido de referencia de la Cataluña sensata y que cree en la convivencia". Ya con los 15 diputados confirmados, Fernández abonó el mismo discurso: "Lo hemos pasado muy mal durante muchos años, pero decimos alto y claro que el PP de Catauña ha vuelto y con más fuerza que nunca".
En una campaña en la que Alberto Núñez Feijóo tuvo un papel destacado el PP trató de posicionarse como la única formación capaz de terminar el procés y capitalizar el voto contra la amnistía en una pugna con Vox para situarse como la cuarta fuerza.
El salto se produce desde los tres diputados obtenidos en 2021, cuando los populares no lograron ni siquiera representación en Girona, Tarragona y Lleida.
Ciudadanos desaparece
Buena parte del crecimiento de los populares se explica por la desaparición de Ciudadanos del Parlament, que ha pasado de ganar las elecciones de 2017 con 36 escaños a quedarse sin representación. La formación naranja aspiraba a no extinguirse en la tierra que le vio nacer, pero no pudo resistir la caída generalizada que sufre en España y quedó por debajo incluso del Pacma, el partido animalista.
En los últimos días de campaña se abrió incluso a apoyar al PSC, algo que había negado, pero no le sirvió. Sus casi 158.000 votos y seis escaños los absorbió el PP, pero también el PSC, pues el llamado cinturón rojo de Barcelona es la zona en la que obtuvo mejores resultados Inés Arrimadas en 2017.
A Ciudadanos le quedan ya solamente otros seis diputados en Europa, pero arrastra encuestas desfavorables.