
'Renovarse o morir' es una premisa que aplica para todos, incluso para los ladrones. Los cacos siempre tratan de perfeccionar sus métodos de detección de lugares en los que poder robar, especialmente en los domicilios ajenos. Por eso, cualquier descubrimiento es muy importante para poder actuar en consecuencia.
La Jefatura Superior de Policía de Aragón ha explicado uno de los últimos métodos que tienen los ladrones para elegir domicilios objetivo de robo: uno tan sencillo que solo requiere de una pequeña bola de papel.
El funcionamiento es sencillo: los cacos introducen en la cerradura de una casa una pequeña bola de papel (de 0,2 centímetros, aproximadamente) y un tiempo después acuden el mismo lugar para comprobar si esa bola sigue ahí. De ser así, es la señal que necesitan: no hay nadie en la casa y se puede robar.
Es un método especialmente útil para los cacos en épocas festivas o vacacionales, ya que los inquilinos de los hogares pueden ausentarse durante varios días, un periodo de tiempo en el que los ladrones pueden aprovechar para dar el golpe.
El principal problema para los inquilinos es que, en caso de no darse cuenta de que esta bolita se ha introducido en el bombín de la cerradura, no se percatarán de nada al meter la llave y abrir la puerta, dado que dicha bola es de muy pequeño tamaño.
Por eso, lo recomendable es revisar dicho bombín y, en el caso de observar una bolita en él, llamar a la Policía para que el organismo pueda realizar las comprobaciones pertinentes.