
Los ciudadanos que han sido agraciados con un premio en la Lotería de Navidad no abandonan su condición de contribuyentes y, por lo tanto, tienen que tributar por el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) por ese premio económico.
La norma dictamina que están exentos los primeros 40.000 euros de premio, tal y como explica la Agencia Tributaria en su página web. Esto hace que, en la práctica, solo se pague impuestos a Hacienda cuando toca un tercer premio, un segundo premio y el Gordo: en estos casos hay que tributar por el 20% de la cantidad no exenta.
Por lo tanto, lo normal cuando un participante de la Lotería consigue uno de los grandes premios es que pague impuestos a Hacienda...salvo en un caso. Y es que, contra todo pronóstico, existe una forma de no pagar impuestos a la Agencia Tributaria de forma completamente legal.
Se trata de un truco que requiere de una inversión complementaria a los 20 euros que cuesta un décimo: contratar un seguro para ese décimo, de tal forma que se asegure que en caso de que el décimo sea elegido, pueda cobrarlo de forma íntegra.
Para realizar ese truco son necesarias dos condiciones:
- Que el seguro se firme de forma previa al Sorteo de Navidad.
- Que se firme un seguro para cada décimo, ya que de lo contrario no será válido.
A priori, este método supone un gasto inicial que no demasiados participantes en la Lotería están dispuestos a asumir. No obstante, los más previsores tendrán una recompensa especial, ya que se ahorrarrían cantidades de 2.000 a 72.000 euros en función del premio conseguido.