
Este martes, el Ministerio de Sanidad francés ha anunciado la puesta en marcha de un plan contra el tabaquismo, con el que el Gobierno francés persigue dos objetivos: impedir que las personas empiecen a fumar y ayudar a los fumadores a dejar de hacerlo. Según las cifras que maneja el ministerio, actualmente 12 millones de personas fuman en el país, y cada año se producen 75.000 muertes relacionadas.
En el programa se incluyen medidas tanto contra el tabaco como contra los cigarrillos electrónicos. Estas, por lo general, van encaminadas a encarecer su precio y restringir su consumo en determinados espacios.
"Las prohibiciones de fumar y las subidas de precio funcionan. Sobre eso hay consenso científico a nivel mundial", declaró este martes el ministro de Sanidad francés, Aurelien Rousseau, durante la presentación del Programa Nacional de Lucha contra el Tabaquismo.
De 3 a 13 euros
Actualmente, el precio del paquete de cigarrillos ronda los 11 euros en el caso de las primeras marcas. Este aumentará hasta los 12 euros a comienzos de 2025, y hasta los 13 euros durante el 2026. Esta subida supone que, desde el año 2000, su precio se ha cuadruplicado (entonces tenía un coste de 3,20).
Otra de las medidas enmarcadas en el plan prohibirá fumar en espacios públicos como las playas, los parques y los bosques, así como en las inmediaciones de instituciones públicas como centros escolares. Hacerlo, previsiblemente conllevará una sanción económica, aunque no se ha especificado de qué cuantía.
Por último, Rousseau ha anunciado la prohibición de la venta de los cigarrillos electrónicos desechables. A juicio del ministro francés, estos vapeadores de un solo uso, son "una aberración para la salud y una aberración para el medio ambiente".
Para compensar todas estas medidas antitabaco, el Gobierno francés apoyará la "transición" de los estancos hacia comercios locales.