Barcelona
La multinacional catalana de juego y ocio Cirsa ha conseguido un beneficio neto hasta septiembre de 50,2 millones de euros, un 32,8% más que en el mismo período del año pasado.
La compañía, controlada por el fondo Blackstone y con sede en Terrassa (Barcelona), ha cerrado el tercer trimestre con un ebitda (beneficio operativo) de 467 millones de euros, frente a los 397,8 de un año antes, mientras que los ingresos de explotación se han situado en 1.475 millones, un 20,7% más.
En un comunicado, la firma ha asegurado que estos números "confirman la sólida tendencia de crecimiento del negocio" gracias a su estrategia de enfocarse en mercados clave y ganar eficiencia, pese al entorno de incertidumbre macroeconómica y geopolítica.
El líder del negocio del juego en España ha mantenido en el tercer trimestre la magnitud de deuda neta (2.263 millones), con un ligero recorte hasta 3,6 veces ebitda. Las ganancias, eso sí, se han ralentizado respecto a junio por el aumento de los costes financieros por la última emisión de bonos.
Cirsa tiene presencia en nueve países con 434 casinos, más de 82.000 máquinas recreativas y cerca de 5.400 puntos de apuestas deportivas. Además, opera licencias de juego en línea en España, Italia, Colombia, Panamá y México.
El negocio está siendo impulsado por el crecimiento orgánico y a través de adquisiciones, especialmente en las divisiones de casinos y apuestas digitales, y la compañía mantiene su previsión de acabar 2023 con un ebitda de entre 615 y 625 millones, pese a imprevistos como los daños ocurridos en dos casinos de México por el huracán Otis.