
La compañía de juego Cirsa ha registrado unos ingresos de 1.188 millones de euros en el primer semestre del año, un 28,6% más respecto a los 923 de los primeros seis meses de 2022, mientras el beneficio neto consolidado se ha multiplicado hasta 37,9 millones, un 171,3% más respecto a los 14 millones de hace un año, según ha informado este jueves.
Los ingresos netos hasta junio fueron de 982,9 millones, un 27,8% más, y el ebitda de 309 millones, un 23,5% más respecto a 250,3 del mismo periodo de 2022.
Solo en el segundo trimestre, los ingresos de explotación han sido de 500 millones de euros, un 26,5% más interanual, y el beneficio operativo se ha situado en 158 millones de euros, un 19,5% más.
El negocio está siendo impulsado por el crecimiento orgánico y a través de adquisiciones, especialmente en las divisiones de casinos y apuestas digitales, y la compañía controlada por el fondo Blackstone mantiene sus previsiones de acabar 2023 con un ebitda de entre 615 y 625 millones.
Las inversiones de Cirsa en la primera mitad de 2023 alcanzan los 90 millones, frente a casi 68 de enero a junio de 2022, y la deuda neta sigue reduciendo su peso respecto a la generación de negocio, situándose en 2.266,3 millones a 30 de junio, 3,7 veces ebitda, frente a 4,1 veces a cierre de 2022.