
Este miércoles 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, una fecha en la que se homenajea a los santos, conocidos y desconocidos, por eso los cementerios se llenan de personas que visitan a sus seres queridos y adornan sus tumbas con flores. También en las iglesias se celebra una misa especial en este día rezar por los que ya no están.
En España, es un día considerado como fiesta a nivel nacional en todas las comunidades autónomas y en las ciudades de Ceuta y Melilla, y según el BOE es uno de los ocho festivos nacionales no sustituibles del calendario laboral.
Es una fiesta eminentemente religiosa no solo en nuestro país, también en la mayor parte de países de tradición cristiana. El origen de su celebración se remonta hace 1.300 años, cuando el Papa Gregorio III, impulsó esta medida cuando fue pontífice y consagró una capilla en la Basílica de San Pedro en honor de todos los Santos.
Así se buscaba que todos los santos fueran venerados una vez al año. Más tarde, en el siglo IX, el Papa Gregorio IV, dio instrucciones para ello a Luis El Piadoso y extendió la celebración en el 835. Se cree que se eligió el 1 de noviembre porque coincidía con una fiesta de los pueblos germanos, ya que querían ir eliminado las celebraciones paganas.
El día 1 de noviembre se eligió también por la Iglesia Católica por la Gran Persecución de Diocleciano, que sucedió en el siglo IV. Así se quería honrar a miles de mártires causado por el asedio romano ese día, ya fueran conocido o desconocidos.