El concepto que se ha convertido en el tema recurrente del largo mes en el que Alberto Núñez Feijóo ha intentado conseguir los apoyos para ser el nuevo presidente del Gobierno ha sido, sin lugar a dudas, el de amnistía. En concreto, la amnistía a los presos del 'procés' soberanista que derivó en el referéndum del 1 de octubre de 2017, la declaración unilateral de independencia, la aplicación del artículo 135 de la Constitución y la detención, juicio y sentencia de los dirigentes políticos catalanes que no huyeron de España y que fueron acusados de delitos como la sedición o la malversación de fondos.
Los resultados de las elecciones generales del 23 de julio y la política de bloques en nuestro país dio paso a una situación cuanto menos irónica: el PP que intervino a la Generalitat necesita el apoyo del partido del 'expresident' catalán cuando se declaró la independencia de Cataluña que provocó esa reacción estatal, un Junts en el que Carles Puigdemont mantiene un papel primordial a pesar de estar exiliado en Bélgica desde 2017. Los siete escaños de Junts son tan importantes para la presidencia de Alberto Núñez Feijóo para un PSOE que los necesita obligatoriamente para que Pedro Sánchez, en el caso de Feijóo falle, intente revalidar su mandato al frente del Ejecutivo.
Fue el propio Carles Puigdemont, de hecho, el que puso la condición indispensable para dar su apoyo a un Gobierno: una "ley de amnistía para los encausados por el procés que incluya el amplio espectro de la represión iniciada desde antes de la consulta del 9 de noviembre de 2014", tal y como anunció en un acto en Bruselas a comienzos de septiembre.
En qué consiste la amnistía
Resulta casi inevitable acudir al diccionario de la Real Academia Española para consultar su definición de amnistía: "Perdón de cierto tipo de delitos, que extingue la responsabilidad de sus autores". Más conciso es el Panhispánico de dudas del español jurídico, que la califica como una "forma de ejercicio del derecho de gracia que corresponde a los poderes públicos".
Cuáles son las diferencias entre la amnistía y el indulto
Este mismo Panhispánico es el que aclara cuál es la diferencia entre la amnistía y el indulto (se puede consultar en este enlace): "A diferencia del indulto, que se basa en razones de equidad y se concede individualmente, la amnistía tiene naturaleza colectiva y se ordena normalmente por razones de orden político de carácter extraordinario como el término de una guerra civil o un período de excepción".
De hecho, el carácter general es una de las grandes diferencias respecto al indulto, ya que es la propia Constitución (en su artículo 62, que se puede consultar en este enlace del Boletín Oficial del Estado) la que prohíbe la promulgación de indultos generales. Otra es la aplicación de la propia amnistía, que se usa como un método político para conciliar la situación de conflicto que se haya generado por enfrentamientos de todo tipo. Ahí entraría el pulso político y civil que la Generalitat mantuvo contra el Gobierno de Mariano Rajoy en 2017.
Y, de fondo, la tercera gran diferencia entre una amnistía y un indulto: la amnistía anula la pena que se le ha impuesto a un acusado, como en el indulto, pero además anula el delito mismo, cosa que no hace el indulto y que supone un gran matiz entre ambos conceptos.
Cuántas amnistías ha habido en España
Hasta el momento, solo existe un España un precedente de amnistía, la de 1977 que se aprobó en plena Transición y en una España que todavía no tenía Constitución y trataba de sacudirse el polvo tras cuatro décadas de dictadura franquista.
Esta Ley de Amnistía se puede consultar en este enlace del Boletín Oficial del Estado y se dirigió a las personas que habían realizado "actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado, tipificados como delitos y faltas realizados con anterioridad al 15 de diciembre de 1976", así como los que tuvieron lugar entre el 15 de diciembre de 1976 y el 15 de junio de 1977 "cuando en la intencionalidad política se aprecie además un móvil de restablecimiento de las libertades públicas o de reivindicación de autonomías de los pueblos de España".
Uno de los principales problemas que tiene el PSOE a la hora de tejer una amnistía que le dé el acceso a la Moncloa. La razón es que en España no hay una legislación que regule cómo realizar una amnistía, dado que la única que tuvo lugar (la de 1977) se escribió exclusivamente para amnistar a los presos de la Guerra Civil y la dictadura.