
Steven Schwartz, con tan solo 13 años, comenzó a aprender sobre los 'bots' de zapatillas, un tipo de software que vende calzado de edición limitada a mucha mayor velocidad que cualquier ser humano. Mientras aprendía a diseñar estos 'bots', en un grupo de Facebook especializado en la materia se hizo amigo de otro estudiante con la misma pasión, Cameron Zoub.
Tras comenzar a relacionarse y trabajar juntos, Schwartz y Zoub crearon Sole Sniper, compañía a través de la cual venderían sus 'bots'. Y en la actualidad, tras más de una década trabajando juntos y con la ayuda del tercer socio Jack Sharkey, los veinteañeros son cofundadores de la plataforma para comprar y vender programas Whop.
Una startup exitosa
Si bien Whop no es el primer proyecto de compraventa de programas de software en el mercado, desde su nacimiento en 2021 ha llegado a registrar ventas de hasta 11,8 millones de dólares mensuales, tal y como indica CNBC Make It. Sus beneficios se generan a través de comisiones de entre el 3% y el 4,5%, más 40 centavos, de la mayoría de transacciones que alberga la plataforma. También recauda el 30% del total de las transacciones que realizan vendedores destacados.
Schwartz comenta que: "Cuando estábamos creciendo, la gente se pensaba que éramos raros por intentar hacer algo relacionado con el emprendimiento. No éramos parte del status quo, y ahora estamos creando una plataforma para versiones quinceañeras de nosotros mismos".
Ahora, cabe añadir que el éxito de Whop no fue ni mucho menos de la noche a la mañana. Además, sus cofundadores ya intentaron previamente otros proyectos a los que dedicarse a tiempo completo, los cuales se quedaron por el camino.
Una dedicación absoluta
Parte de la falta de confianza en su idea se veía reflejada en la opinión de los padres de Zoub y Schwartz, los cuales pensaban que el único motivo por el que sus hijos se pasaban el día en el ordenador y ganaban dinero con ello sería a través de la venta de drogas. Pero el segundo explica que su actividad en aquel momento era preparar y vender los mencionados 'bots' de zapatillas, al mejor postor y por precios que oscilaban entre 20 dólares y 500 dólares.
De hecho, tal fue la dedicación de los entonces adolescentes, que Zoub abandonó el instituto para dedicarse íntegramente al proyecto que estaban edificando. Además, el mismo pudo permitirse un Tesla Model S gracias a os beneficios de Sole Sniper. Por su parte, Schwartz estudió en la Universidad de Nueva York, y después se desplazó a Singapur para trabajar en verano para la compañía Accenture.
No fue hasta finales de 2018, que ambos socios apostaron por un nuevo proyecto, concretamente una agencia de Tecnologías de la Información (TI). Fue entonces cuando contrataron a Sharkey como primer desarrollador de la compañía, y el cual ya conocía a Zoub desde el instituto. Schwartz, convencido del buen trabajo, explica que con la agencia obtenían "unos ingresos mucho más consistentes", especificando que "en nuestro mejor momento, creo que llegamos a ingresar alrededor de 100.000 dólares mensuales".
Tras la creatividad y el desafío
A pesar de que las cosas ya marchaban bien, los tres jóvenes adoraban la creatividad, y cumplimentar proyectos para clientes exigentes no era algo que les 'llenase'. Y es que Zoub y Schwartz crearon hasta una veintena de compañías, más otras 3 junto a Sharkey, y todas ellas terminaron desanimando a sus fundadores. Los mismos abandonaban un proyecto cada vez que se cumplía uno de estos tres escenarios: cometían errores, no encontraban señales de un éxito a largo plazo, o se aburrían.
En diciembre de 2020 probaron con un foro que les había recomendado un amigo. Este albergaba usuarios que compraban y vendían software, pero para Zoub su diseño era deficiente y se estafaba a muchos clientes. Por tanto, los tres socios (conocedores del campo y de cómo atraer a nuevos clientes), decidieron tomar los mejores aspectos de la web y crear algo "mejor". El resultado fue precisamente Whop.
El comienzo no fue tan positivo como se esperaba, lo que hizo dudar a Schwartz, que estaba a punto de terminar la universidad, y no podía permitirse algo que requiriese tanto tiempo si no ofrecía unos ingresos sostenidos. Pero Zoub le animó a confiar y a seguir luchando, y tras 3 meses su suerte finalmente cambió, al obtener Whop un punto de apoyo en Twitter. Los usuarios de la importante red social comenzaron a afirmar que esta plataforma era más segura que la competencia, lo que granjeó buena fama a la compañía y le permitió finalmente convertirse en el negocio de éxito que es en la actualidad, tan solo 3 años después de aquel momento.