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La "siesta a la española" llega a las oficinas: el plan de la Cruz Roja para enfrentar la ola de calor

Foto: Dreamstime.

Junio fue el mes más caluroso de la historia a nivel mundial. Si la ola de calor de este mes continúa, podemos decir que el 2023 puede llegar a ser el año récord de altas temperaturas. Estos fenómenos del clima siempre traen consecuencias, a uno que le afecta fuertemente corresponde al grupo de los trabajadores. Por ello, organizaciones internacionales como la Cruz Roja han puesto en marcha medidas para que las empresas protejan a su fuerza laboral, una de ellas: la siesta.

Es posible que las empresas tengan que dar a sus trabajadores un descanso durante las horas más calurosas del día para protegerlos del calor extremo. Es lo que históricamente llamamos siesta y que viene a sugerir la Cruz Roja y su Red Crescent Climate Centre.

A medida que llega otra ronda de olas de calor que golpean fuertemente a gran parte de Estados Unidos, el sur de Europa y partes de Asia, la entidad sanitaria pidió esta semana a las empresas que cambien sus horarios de trabajo y permitan que los trabajadores afectados descansen durante las horas con más calor del día.

"El calor extremo está aumentando en todo el mundo y nuestro ritmo de adaptación también debe aumentar para enfrentar el creciente riesgo y reducirlo", señaló a Fortune Julie Arrighi, directora Cruz Roja y su Red Crescent Climate Centre. En este contexto, Arrighi señaló a los dos tipos de trabajadores que están en mayor riesgo: los que trabajan al aire libre y los que trabajan en interiores en áreas sin ventilación, cubriendo cualquier sector, desde el turismo hasta la construcción.

El evento climatológico extremo tiene a líderes empresariales en todas partes del globo pensando en cómo responder a este fenómeno que tiene consecuencias para los trabajadores. El año pasado fue el verano más mortífero registrado en Europa, con 60.000 personas muriendo por causas relacionadas con el calor. En Estados Unidos, en tanto, con aire acondicionado, el número de muertos fue mucho menor, pero 68 mil millones (0.3% del PIB de los Estados Unidos) se perdieron en ingresos potenciales por la reducción de mano de obra debido al calor extremo, según un estudio de The Lancet.

No solo se trata de siestas

Para adaptarse, no se trata solo de tomar más siestas. El equipo de Arrighi recomendó una serie de medidas, que incluyen reducir la carga de trabajo o suspender el trabajo por completo durante las horas más calurosas del día, pero también proporcionar descansos frecuentes en entornos frescos, proporcionar acceso al agua y fomentar la hidratación, y capacitar a los empleados en señales de advertencia de estrés por calor, así como primeros auxilios básicos.

La propia Cruz Roja se puso a toda marcha en los últimos días para ayudar a los trabajadores damnificados, según contó Arrighi. Miles de voluntarios han empezado a repartir agua y a controlar a las personas más vulnerables.

Pero a largo plazo, la sociedad tendrá que hacer un esfuerzo más concertado para reducir los efectos del calor extremo: más espacios verdes en las ciudades, diferentes códigos de construcción, transporte adaptado, sistemas de agua y electricidad. "Es necesario que todos los sectores de la sociedad reaccionen", sentenció la directora de Cruz Roja y su Red Crescent Climate Centre.

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